El bachillerato técnico en desarrollo de software será, a partir de 2022, la nueva y visionaria opción que los jóvenes podrán estudiar en el Colegio Español Padre Arrupe.
El desarrollo de software estudia los componentes necesarios para la creación, gestión, mantenimiento y pruebas de programas computacionales.
Te puede interesar: Dos jóvenes salvadoreñas destacan en olimpiadas de Biología y Física
La gran apuesta de la institución, situada en Soyapango, es desarrollar en los estudiantes competencias para el análisis, diseño, implementación y seguimiento de aplicaciones de software empresariales genéricas y específicas.
Para lograr ese objetivo utilizarán estándares de la industria del software y aplicando tecnología orientada a la web y dispositivos móviles.
De esa forma los egresados optarán por la pronta empleabilidad con remuneración por encima de lo convencional o el emprendurismo.
“Nuestra institución se caracteriza por la excelencia académica, y este proyecto lo encaminamos de igual forma”, explicó José Panadés Vidrí, presidente de la Fundación Padre Arrupe.
Además, Panadés Vidrí comentó que el bachillerato técnico en desarrollo de software es un proyecto pensado desde hace algunos años, pero por diferentes circunstancias permanecía en el tintero.
“No somos proveedores de empleos, pero vamos a encausar las mejoras en las condiciones de vida de estos jóvenes”, puntualizó Panadés Vidrí.
La implementación del bachillerato técnico en desarrollo de software iniciará en enero próximo con una sección de 30 estudiantes; la duración de esa especialidad será de tres años.
Te puede interesar: Así fue la solemne graduación de 52 estudiantes de bachillerato del colegio Padre Arrupe
La especialidad está pensada para ser desarrollada por módulos, 9 de esos cada año. También ha sido contemplado como base durante las clases el idioma inglés.
Conforme las condiciones económicas lo permitan la institución educativa podría abrir nuevas secciones para tal bachillerato y así poder recibir a más jóvenes para cursar sus estudios en ese bachillerato.
Los responsables mencionan que sin haber hecho pública la implementación del nuevo curso ya existe lista de espera.
“La inversión es muy importante, solo las computadoras son costosas puesto no son de uso doméstico, de allí se deben ver las condiciones del aula, la capacitación de los docentes...”, comentó Santiago Nogales, director académico del colegio y de la Fundación Padre Arrupe.
Nogales sostuvo que si bien son tiempos difíciles o complicados para invertir en la apertura de nuevos cursos, es el momento de ser solidarios que nunca, con quienes más lo necesitan “y es lo que estamos haciendo, que los 30 primeros chicos que se gradúen obtengan empleos dignos y bien remunerados, que den el salto de naturaleza social”, externó.
Los costos que aportará cada familia por estudiante serán determinados mediante estudios socioeconómico.
El extra para los estudiantes
La puesta en marcha del bachillerato técnico en desarrollo de software aportará la posibilidad de ubicar o colocarse en empleos pronto a los jóvenes.
Con esa intención, el Colegio Español Padre Arrupe ha desarrollado alianzas con colaboradores o asociados privados estratégicos en las áreas laborales y formación, destacan entre ellos ApplaudoStudios y Kodigo (academia de tecnología creativa).
“Ellos (los colaboradores) hacen el enlace entre lo educativo y lo laboral. Eso es importante. En este momento ellos están revisando la formación y capacitación de nuestros docentes tanto en el área de ingles como en el desarrollo de software”, explicó Luis Rivas, subdirector del área académica del Colegio Español Padre Arrupe.
Además, la posible empleabilidad de los jóvenes la institución académica la ha logrado por medio de los colaboradores estratégicos, quienes indican las necesidades del campo laboral y muestran interés en la contratación de los mismos.
“Los colaboradores y sus sociedades nos ven como la cantera, hoy en día se necesitan programadores. ApplaudoStudios por ejemplo nos ha dicho que si tenemos 400 los contratan de una vez”, concluyó Panadés Vidrí, presidente de la Fundación Padre Arrupe.
Más contenido relacionado:
Dos jóvenes salvadoreñas destacan en olimpiadas de Biología y Física