El año lectivo 2020 se convirtió en un verdadero reto para muchos estudiantes y maestros, especialmente para aquellos con menor acceso a internet y equipo informático.
Pero los deseos de superación derribaron cualquier clase de obstáculo. El Diario de Hoy habló en exclusiva con dos estudiantes que se enfrentaron a diferentes pruebas académicas a nivel internacional y conquistaron los primeros lugares.
Krissia Díaz logró medalla de plata para El Salvador en Olimpiada de Biología
Krissia Georgina Díaz Ostorga está por terminar sus estudios de segundo año de bachillerato en el Colegio Español Padre Arrupe. Desde hace cuatro años pertenece al programa Jóvenes Talento de la Universidad de El Salvador y este año participó por segunda ocasión en la Olimpiada Británica de Biología organizada por la Real Sociedad de Biología de Londres, Inglaterra.
Como cada año, la competencia académica se desarrolló bajo la modalidad virtual. Díaz Ostorga consiguió posicionarse en los primeros tres lugares y obtuvo medalla de plata para El Salvador por segundo año consecutivo.
Afirma que su participación este año le generó sentimientos encontrados. “Debido a la emergencia por Covid-19 tuve que prepárame en casa y todo se complicó, especialmente por la falta de internet. Al principio, pensé que no había ganado porque me encontraba en un momento muy difícil, mi madre en cuarentena y yo aislada en la casa de mi abuela sin acceso a una computadora y menos a internet. Yo perdí alrededor de cinco semanas de clases tanto en el colegio como en el programa”, afirma la joven estudiante.
“Por el mismo problema de conectividad, hice la prueba en la fecha límite, muy de madrugada. Todo por tratar de evitar los problemas de conexión. Me siento feliz y orgullosa de mi logro, pero al mismo tiempo, sé que pude alcanzar más, estuve a solo un punto de lograr la medalla de oro. Tengo la seguridad de que ese punto pudo ser mío con solo un poco más de esfuerzo. Me retiro de mi etapa de colegio, complacida por haber obtenido mi segunda medalla de plata”, agregó.
Díaz se siente muy agradecida con sus maestros, tanto del colegio como del programa Jóvenes Talento. También nos explicó que tiene varios tutores, uno especifico para cada rama. Dos en biología molecular y celular y dos más para el área de ecología y genética.
“Mi siguiente objetivo era figurar en la prueba PAES, pero debido a la situación mi propósito ya cambió. Ahora estoy enfocada en ingresar a la universidad. Yo quiero estudiar Bioingeniería, lamentablemente esa carrera no se encuentra en el país. Lo más cercano a eso es Ingeniería Biomédica y la ofrece la Universidad Don Bosco”, aseguró.
Cuando estaba pequeña Krissia confiesa que quería ser chef, cirujana plástica, estudiar leyes o administración de empresas. Pero mientras iba creciendo empezó a descartar otras opciones hasta descubrir su pasión. “Me enamoré de la biología por casualidad. Cuando ingresé al programa Jóvenes Talento hice los exámenes para todas las ciencias y quedé en biología, me gustaba más la química pero no fue hasta llegar a mi primera clase de biología que descubrí mi pasión”.
“Mi mayor sueño es lograr formar una vida académica, estudiar todo lo que quiero y poder salir del país. Después de la universidad me gustaría continuar mi preparación en psicología forense o una especialización en idiomas extranjeros, cosas que me complementen”.
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Carreras como la Bioingeniería abren puertas laborales en áreas como el mantenimiento de sistemas hospitalarios, la investigación o el desarrollo de equipo medico. Krissia Díaz afirma que si desea continuar estudiando, dentro o fuera del país, tiene que aplicar a una beca.
Detrás de su perfil académico existe una Krissia que pocos conocen. Ella dedica su tiempo de ocio a disfrutar la literatura de ciencia ficción y las series de televisión, como cualquier otra joven de su edad. “En mi tiempo libre me gusta leer. El último libro que leí fue “It”, de Stephen King, pensé que no lo iba a terminar de leer porque son 1,500 páginas. Pero siempre tenía el libro conmigo, es algo muy adictivo para mi. También aprovecho mis ratos libres para ver series. Mi favorita es Sotus, una serie tailandesa, es un poco romántica pero se desarrolla en una escuela de ingeniería. De hecho fue por esa serie que me interesé más en la biología”, reveló.
Su mensaje a otros jóvenes es simple, “no piensen que no pueden. Si de verdad les gusta algo, traten de lograrlo. Al principio no me sentía capaz de ganar una olimpiada académica, lo veía distante y complicado. Pero si se tiene el deseo se puede conquistar todo”.
Mención honorífica para Jessica Avelar Chávez por sus conocimientos en física.
Jessica Avelar cursa noveno grado en el Colegio Español Padre Arrupe. Este año logró posicionarse en los puestos de honor tras su participación destacada en la 3ª Olimpiada Mesoamericana de Física, organizada por el Centro Mesoamericano de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Chiapas.
El evento académico consta de una serie de ejercicios teóricos, relacionados a mecánica clásica, termodinámica, electromagnetismo, física moderna y óptica.
Avelar tiene un historial muy activo en diferentes circuitos académicos, tanto a nivel de país como en la región. Ha competido en la Olimpiada Salvadoreña de Física y ha sido parte del curso Futuros Dirigentes Técnicos Científicos dictado por el programa Jóvenes Talento de la Universidad de El Salvador.
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Jessica planea continuar representando al país en este tipo de campeonatos, para ella es un honor y un sueño que poco a poco se convierte en realidad. “A futuro me gustaría seguir especializándome en el área de la física y la informática pero aún sigo en la búsqueda de una carrera que reúna todas mis pasiones”, reveló Avelar.
Pero no todo es ecuaciones, fuera de las competencias académicas su vida transcurre con la tranquilidad que las grandes mentes necesitan. Jessica contó que desde pequeña se sintió atraída por el baile y el canto, “no lo hago a la perfección pero es algo que me entretiene”, asegura. También dice que su comida favorita la prepara su abuela, “es algo que ella llama “almuerzo saludable” aunque la mayoría de cosas en el plato van fritas, pero saber que ha sido hecho por mi abuela me da la confianza de que realmente es más saludable que cualquier otra comida”, agregó.
Su ultimo libro leído fue “Las almas de Brandon”, de César Brandon. “Lo conocí por un programa español. El libro es una recopilación de sus poemas y tiene unas historias muy lindas”, revela. También dedica parte de tiempo libre a escribir poesía y no descarta, a futuro, la opción de buscar una editorial para publicar sus textos.
Jessica Chavez se describe como una joven apasionada, altruista y agradecida. “Siempre me gusta agradecer por todas las oportunidades y las bendiciones que me llegan”, concluyó.