A diferencia de muchos clanes familiares famosos, la descendencia de Mario Moreno, mejor conocido como Cantinflas, no ha corrido con mucho éxito y ha pasado sus días entre las sombras. Sí, ya todos saben que el humorista mexicano solo tuvo un hijo —aunque las hipótesis hablan de una adopción—, Mario Arturo Moreno Ivanova, quien se enfrascó en una prolongada batalla por los derechos de las cintas de su padre y falleció de un infarto en 2017. Los hijos de Moreno Ivanova tampoco han tenido una mejor suerte.
Mario Arturo tuvo tres hijos: Mario, Gabriel y Marisa fruto de su matrimonio con Sandra Bernat. El primero de ellos se suicidó en 2013, unos meses antes había acusado a su padre de abusos psicológicos y maltratos físicos. Muchos creen que su fatal decisión se debió a la mala relación que tenía con su padre y a las adicciones a las que lo orilló. Gabriel y Marisa no estuvieron exentos de este nocivo ambiente y desde hace unos años, algunos medios mexicanos aseguraron que los nietos de Cantinflas ingresaban constantemente en clínicas de rehabilitación.
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Gabriel, de 27 años, reveló años atrás que su primer acercamiento con los narcóticos fue debido a su padre. "Mi papá me llevó al cine, de ahí me llevó a los tacos, me dijo que me iba a ser hombre; me llevó a un prostíbulo, que se llamado Cábula, de la Ciudad de México", relató a la prensa, añadiendo que tras salir del lugar Moreno Ivanova sacó unas bolsitas y le ofreció cocaína. Ante la negación, el unigénito de Cantinflas le asestó un par de golpes para que consumiera. Gabriel solo tenía 16 años.
A partir de ese momento, la vida de uno de los descendentes de Cantinflas cambió rotundamente y comenzó a consumir marihuana, psicotrópicos y cocaína. El dinero que recibía era utilizado para adquirir drogas. Y tras la muerte de su hermano decidió irse de casa. Gabriel deambuló por las calles de Tecamachalco, en la Ciudad de México, y dormía en una cancha de fútbol.
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Y es que Gabriel y Marisa (quien sufrió abuso físico por parte de su pareja, quien le rompió la cara en 200 partes) tampoco fueron ayudados por su madre, quien "no quiso asumir la titánica tarea" de cuidar y desintoxicarlos. Extrañamente, estos jóvenes fueron apoyados por la primera esposa de su progenitor: Abril del Moral. Ella asumió los gastos de los centros de rehabilitación donde estuvieron, entre ellos el del famoso luchador Julio César Chávez.
Gabriel ha vuelto a tener eco entre los medios del espectáculos luego de que el sitio Badabún hiciera una entrevista y un cambio de imagen a este chico, uno de los nietos del gran humorista mexicano. "Cambio de look extremo al nieto de cantinflas @gabrielcantimoreno777", fue la leyenda que acompañó un videoclip publicado por la cuenta oficial de Instagram de Badabún y el que recopiló más de un millón de reproducciones. "Llevaba 10 años en la calle. Me emociona estar aquí para regresar a una nueva vida", se escuchó decir a Gabriel en el audiovisual publicado días atrás.
Tras la muerte del único hijo de Cantinflas, sus tres nietos eran los herederos de su gran legado y fortuna, sin embargo esta ha quedado en manos de Tita Marbez, última pareja de Mario Moreno Ivanova.