La primera película de amor que se filmó en El Salvador fue “Las águilas civilizadas”, una historia que narraba el romance entre una campesina y su patrón, que se exhibió en 1927. Luego, la historia cinematográfica del país se volcó, en su mayoría, al género documental. La guerra civil y las problemáticas derivadas de ella fueron material suficiente para crear guiones centrados en masacres, batallas entre militares y guerrilleros, pandillas, entre otras.
Y 94 años después, el cineasta salvadoreño Óscar Torres —conocido por ser guionista de la cinta “Voces Inocentes”— iniciará la producción de un largometraje de corte romántico, que implicará un desafío, pero que también podría significar un punto de inflexión para la industria salvadoreña, de acuerdo con Torres y su equipo de producción, conformado por el oscarizado André Guttfreund, el cineasta Javier Kafie y la productora venezolana de primera línea, Valentina Bove.
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El proyecto pretende tener altos estándares de calidad, Torres no admitirá menos. Han sido 11 años los que han pasado para poder concretar un guion que entregue a los salvadoreños, y al resto del mundo, una historia llena de amor, ternura, espiritualidad, que mezcle culturas y que, a la vez, signifique impulsar a otros artistas y todo el entramado del séptimo arte en el país.
Con planificaciones en marcha, Torres arribó al país días atrás para encontrarse por primera vez con Guttfreund y Kafie, a quienes no conocía personalmente pero en quienes depositó toda su confianza para trabajar este largometraje que se filmará en tierra cuscatleca, que tendrá potencial comercial y tiene el objetivo de llegar hasta festivales como el Sundance, Berlín y Cannes.
“Yo creo que El Salvador ha estado preparándose para historias como estas, ya pasamos el exorcismo de la guerra. Creo que la tierra está lista para sembrar estas historias bellísimas, y son parte de lo que somos. El Salvador, desgraciadamente, solo es conocido por pandillas, por violencia, por la guerra; pero no, la esencia de nosotros es otra, la cultura es otra, representamos adentro y afuera de El Salvador historias de amor, de bondad”, expresó el cineasta en una entrevista vía Zoom desde Los Ángeles, California.
Torres escribió una historia de amor entre una chica mexicana, que por razones del destino vive en un pueblo de El Salvador, y un chico adoptado. Ambos son cantantes, y es aquí donde entra otro componente importante en la narrativa del cineasta salvadoreño: será también musical, pero no en lo más estricto del género, si no que la banda sonora tendrá preponderancia y será un homenaje a los boleros de la época de oro de México.
La construcción de los personajes y el “sólido guion” enamoró con unanimidad a los colegas de Torres. “Es la primera vez que leo un guión del cual me enamoré totalmente, así que le dije a Javier (Kafie) y le llamé a Óscar para decirles que teníamos que hacerla. También porque puede ser una excelente película, tiene mucha ternura, el sentido de humor de nuestra gente, tiene mucho cariño, tiene muchos elementos de la personalidad salvadoreña que no se han exportado, no es como se nos conoce afuera y aparte de eso es que tiene música”, comentó Guttfreund sobre este libreto que espera ver la luz en 2022.
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Para Bove, quien ya ha trabajado en otras producciones junto a Torres, este filme llegará a refrescar el complicado amor moderno y se convierte en un “aloe vera” para “todas aquellas personas que necesitan sanar la forma en cómo ven el amor”; y Kafie destacó el universo que configuró Torres para darle un sentido realmente mágico.
Con la historia trazada, este equipo ya se prepara para “mover la magia”, pues necesitan poner en marcha toda la logística para buscar a los protagonistas de este romance musical, las locaciones adecuadas, encontrar camarógrafos, microfonistas, maquillistas… en fin, todo lo que requiere la producción de una cinta que espera alcanzar otro nivel; sí, uno más allá de todos los cortos y documentales salvadoreños que han tenido resonancia a nivel internacional, como “El rostro”, “Cachada”, “Fantasmas”, “Imperdonable”, entre otros tantos.
Y también los protocolos de bioseguridad han sido tomados en cuenta a raíz de la nueva normalidad. De acuerdo con Torres, el proyecto contará con la “reina” de las producciones durante la pandemia en California: Bove, quien logró que se rodará en plena emergencia sanitaria en 2020 el filme “7th & Union”, en el que Torres escribió el guion, el mexicano Omar Chaparro es protagonista y donde no hubo ni un caso de COVID-19.
Bove explicó que una serie de pruebas para detectar el virus serán clave para llevar a cabo la producción que, evidentemente, debe tener besos y abrazos; así como una reducción mínima del personal a la hora de rodar, como se hace en las escenas de sexo, según Bove. Y, por supuesto, se necesitará del compromiso de todo el elenco para “no salir de rumba y respetar la salud de otros pues porque estamos agradecidos de tener el trabajo”.
Así inicia este equipo una nueva aventura. Y así Torres intenta escribir un nuevo capítulo en la historia cinematográfica salvadoreña porque es necesario “que evolucionemos del dolor de la guerra a la esperanza del amor y promover la capacidad de amar que tenemos”.