Eternecedor. No fueron un par de años, habrán sido al menos un par de décadas en las que los aficionados al Fenerbahce de Turquía pudieron encontrarse en el graderío al señor Mümtaz y la señora Ihsan, una agradable pareja que vio pasar la vida desde los asientos de un estadio.
Realmente sus vidas eran bastante simples, ambos amaban dos cosas: al Fenerbahce y a su pareja. Cada juego de local se les veía juntos, celebrando los goles o sufriendo los reveses de su equipo, siempre portando los colores de la institución.
Pero hace siete años ella se tuvo que despedir de su compañero de toda la vida, las sonrisas cambiaron por un semblante triste, pero eso no la detuvo y siguió asistiendo al estadio, ahora junto a un asiento vacío, el que cuidaba como esperando a que su esposo regresara algún día a ocuparlo.
El esposo de la señora no regresó y hace un par de días, iniciando diciembre, ella fue quien partió para acompañarlo. Una enfermedad la tenía mal y al inicio del último mes del 2020 empeoró.
La pandemia la había alejado del estadio a ella y el resto de aficionados, su ilusión era un día volver, pero el tiempo no le alcanzó para cumplir este ansiado anhelo futbolero.
El Fenerbahce, equipo de sus amores, les rindió honores a ambos permitiéndoles estar juntos en el estadio una vez más.
Aunque no pudieron hacerlo físicamente, dos enormes figuras de la pareja fueron colocadas en esos lugares donde acostumbraban sentarse, con los colores que siempre amaron, juntos el uno al otro, como serán recordados.