Daniel Arévalo sueña con ser el primer salvadoreño en la primera división de Argentina

Con 18 años el volante sueña con ser el primer cuscatleco en la historia quien logre jugar en un futuro para el primer equipo de un club argentino ¡conoce su historia!

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Daniel Arévalo en su etapa como reservista y juvenil de Club Deportivo ??guila. Foto / Cortesía de Daniel Arévalo

Por Robbie Ruud

2020-12-07 8:30:01

Daniel Arévalo es un usuluteco de nacimiento quien busca tener suceso en tierras argentinas, lares completamente ajenos para los salvadoreños en la historia del fútbol profesional albiceleste. La meta de Daniel un día en el futuro es lograr jugar en la flamante primera división, situación que por ahora ha sido imposible para nuestros compatriotas.

Daniel, de muy buen humor y suelta palabra, contó a CANCHA cómo ha sido la experiencia para poder jugar en uno de los equipos juveniles del Club Atlético Lanús, una de los escuadras más importantes del sur de Buenos Aires.

Andrés Flores, Andrés Hernández, Jaime Alas, Ernesto López Dahbura… la suerte no les ha sonreído mucho a nuestros compatriotas cuando se han marchado a tierras argentinas en busca de oportunidades en el fútbol. Suelen estar unos cuantos meses en una de las categorías juveniles, y luego, hasta siempre. La tierra del asado, del tango y de Lionel Messi no ha sido benevolente con los nuestros, pero eso podría cambiar dentro de poco.

En la primera argentina hubo futbolistas guatemaltecos, hondureños, costarricenses y panameños. Una suerte que no tenemos en común aún junto a los hermanos nicaragüenses. Algún día esa posibilidad llegará.

Daniel Arévalo (primero de Der. a Izq.) en juego con la Sub -17 del Club Deportivo Águila. Foto: cortesía de Daniel Arévalo.

Volvamos a Daniel. El “Granate”, como apodan al equipo donde nuestro compatriota lo intenta, es uno de los históricos de la primera división argentina. El tiempo y el esfuerzo al máximo del mediocampista cuscatleco dictarán sentencia en el futuro para lograr semejante hazaña. Desde CANCHA, estaremos cruzando los dedos e hinchando por ello.

“Fuimos a una prueba a Lanús con Emerson Mauricio y Juán Sánchez en diciembre de 2019. Eso fue solo durante una semana. Antes de venirnos a El Salvador nos dijeron que solo había un puesto para los tres, terminando los entrenamientos. Ese elegido fui yo”.

“El 18 de enero de 2020 viajé a Argentina para sumarme a las filas del equipo de la quinta división de Lanús. Por ahora solo queda un solo paso para que el club pueda ficharme por completo. Entrené un mes y medio pero no se pudo terminar la gestión por la pandemia del coronavirus. Cuando me avisen, ya regresaré para ser parte del equipo. La gente del club me insistió que no me preocupara, que estarían pendientes para que yo vuelva”, cuenta Daniel Arévalo.

El usuluteco jugó dos amistosos con Lanús y uno de ellos fue contra River Plate, siempre de la misma división. Arévalo calcula que hizo unos 40 entrenos con el conjunto granate, ahí donde es famoso José Sand, mítico delantero argentino de muchos goles en Primera.

“Fue bonito que me avisaran cuando quedé. Juan y Emerson son mis amigos, y entendieron perfectamente que solo podría haber cupo para uno de nosotros según el club. Pero ellos están felices por mí lejos de haberse molestado”, aseguró Daniel.

Daniel Arévalo, en un partido con el Club Lanus. Foto / Cortesía Daniel Arévalo

El entrenador del volante usuluteco en el “Granate” se llama Fabián Cordero y su preparador se llama Diego Kocsziski.

El salvadoreño, con paso por FESA Santa Elena, estuvo más tiempo encerrado que en cancha a razón de la pandemia. Estuvo haciendo trabajo por Zoom, no había pasado por eso nunca y relata también que tuvo como su mayor meta mejorar su fortaleza física. Le dijeron que tenía buena técnica pero que necesitaba más fuerza para la intensidad e ir al choque. “En lo técnico le ganaba a la mayoría”, cuenta sin vanagloriarse.

“Al principio fue difícil, pero Kocsziski nos dio todas las herramientas e indicaciones para hacer trabajo en espacio corto. Hay un cambio, pero necesito seguir mejorando la fuerza y no hay que detenerse. Pasé de marzo a agosto entrenando así”.

“Hablé con los directivos de Lanús y me dijeron que me regresara a El Salvador para estar psicológicamente bien con mi familia. Y que cuando volviera el torneo de fútbol, sería con todos los cuidados para evitar contagiarme de coronavirus. Me gestionarían la vuelta a Argentina”.

Daniel volvió a El Salvador a finales de agosto. Siempre sigue entrenando gracias a la Selecta y Lanús le sigue enviando información para continuar sus trabajos a distancia.

“Estuve en constante comunicación con Ernesto Góchez. Desde enero hablamos sobre los torneos que se iban a realizar. Él me abrió las puertas para entrenar con la Selección Sub 20, le estoy muy agradecido. Fui a entrenar con la Selecta el 12 de octubre. Ya había sido convocado antes en la Sub 16 a un Torneo UNCAF. Ahí es donde jugaba más de extremo derecho, allá por el 2016”, cuenta.

Daniel Arévalo recibiendo un reconocimiento siempre como parte de las escuelas de fútbol de Club Deportivo Águila. Foto: cortesía de Daniel Arévalo.

“Era más el tema físico para crecer allá en Argentina. La gente de Lanús ve un gran futuro en mí”, comentó.

Arévalo explica que la alimentación allá es diferente en todos los tiempos de comida. Le sirven más carne para almorzar y cenar, mientras que en el desayuno más galletas y leche. Recuerda también que le dieron una bienvenida particular en la pretemporada: por ser nuevo le raparon toda la cabeza, y lo cuenta entre carcajadas.

“Algunos sí conocían El Salvador por “Mágico” González, pero mis compañeros más jóvenes lo desconocían; ahora gracias a mí saben de las playas y nuestra comida, entre otras cosas”, expresa emocionado.

“Fue difícil el confinamiento allá, pero me fui adaptando poco a poco. Siempre llevé la dieta que nos enviaba la nutricionista. Me enfoqué más en el fortalecimiento. Solo una vez al día me recomendaban, pero yo lo hacía dos veces por el tiempo, para aprovecharlo y mejorar más”.

Antes de volver a El Salvador el volante Daniel Arévalo solo hacía trabajo en casa, él y todos sus compañeros estaban encerrados. Unas semanas antes de retornar a su patria estuvo en San Isidro, Buenos Aires, donde una familia le ayudó con el hospedaje en sus últimos días por tierras argentas. Daniel cree que ese es el mejor lugar que hay en el enorme país sudamericano.

“Me comentaron mucho sobre el clásico con Banfield, es algo que para ellos es muy importante; porque se trata de un duelo que hay que sacarlo adelante siempre, por la institución que son y porque siempre se juega a ganar. Por cierto, no pudo cruzarme con ningún salvadoreño allá, ni uno solo. Tampoco con nuestra comida”.

“Los juegos allá eran 9:00 a.m. o 10:00 a.m., y no los comienzan en la época cuando hace más calor porque buscan cuidar al futbolista. A mí me gusta el fútbol y lo juego a cualquier hora, pero allá tenían esa política. Los entrenos en la quinta división de Lanús son de 9:00 a.m. a 12:00 p.m., eran en las canchas alternas; porque el estadio principal nos dijeron que era solo para los juegos. Es un gran complejo con 12 canchas de fútbol”.

Entrenando con la Selecta a su regreso de Argentina. Foto: cortesía de Daniel Arévalo

El regreso a Argentina, tras hablar con los directivos de Lanús, será hasta el próximo año. Pesó el tema de la apertura de aeropuertos y el establecimiento de un calendario ya en la quinta división.

Por ahora Daniel lleva ya cuatro microciclos de trabajo con la Selección Nacional Sub 20, sus mentores son el entrenador Ernesto Góchez y el profesor Fernando Guerra. Siempre continúa como volante mixto, estando en la media, aunque piensa que si Góchez lo coloca en otra posición por las razones que sean, lo hará con mucho gusto. “Algunas veces jugué de defensa para aprender a hacerlo sea cual sea en la posición en la que me encuentre en cancha”, añade.

“En la Sub 20 estamos jugando con doble cinco, usualmente en un 3-4-3; hago dupla con Steven Vásquez. Me he sentido súper bien, he recuperado lo que perdí en este tiempo en cuanto a juego, los compañeros aquí en la Azul me han ayudado. Me han hecho sentir bien, y por eso he jugado con todo”.

Para finalizar, Daniel Arévalo nos cuenta sobre quiénes son sus referentes en la posición donde juega, tanto a nivel nacional como internacional. “Fernando Gago y Thiago Alcántara son dos jugadores que me inspiran en mi posición, me gusta mucho como se paran en la cancha y lo que hacen. En el país quien me gusta por mi posición en la que juego es Marvin Monterroza, de Alianza”, cierra.

En torneo UNCAF Sub 16 en 2017. Foto: cortesía de Daniel Arévalo