La Confederación de Sindicatos Europeos (CES) con motivo del Día internacional de la violencia contra la mujer, que se celebra este miércoles 25 de noviembre desde finales del siglo XX, denuncia que el sexo femenino se enfrenta a una diversidad de abusos en el ambiente laboral.
Acosadas sexualmente, gritadas, amenazadas e, incluso, golpeadas, muchas mujeres se enfrentan a situaciones como estas, formas de agresión que se han trasladado a un entorno “online” durante el confinamiento, favorecidas por herramientas utilizadas para el teletrabajo.
Ante esta realidad, el CES ha instado a los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE) a que actualicen sus legislaciones respecto al acoso laboral, y a que las adapten a las nuevas situaciones. Propuesta que bien se puede extender a todos los países en el mundo.
“Muy a menudo, las mujeres afrontan violencia en sus lugares de trabajo”, expresó a EFE la secretaria general adjunta de CES, Esther Lynch, quien destacó que, en muchas ocasiones, la violencia que experimentan no solo viene de sus superiores o compañeros de trabajo, sino también de los sectores de cara al público: “viene de clientes o consumidores”.
Además, la crisis del coronavirus ha puesto de relieve que las mujeres que trabajan en primera línea, en particular las cuidadoras, las trabajadoras del transporte, las dependientas o las limpiadoras, se han enfrentado a un aumento de los abusos cara a cara durante estos meses.
“Hemos visto ejemplos de trabajadoras del transporte siendo gritadas, amenazadas, incluso golpeadas (…) por ejemplo, por personas que no quieren llevar la mascarilla”, mientras realizaban “su labor de asegurarse de que las llevan”, explicó Lynch.
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Asimismo, manifestó que “cuanto más aislada está la trabajadora, más riesgo se añade, así que las mujeres que trabajan en la carretera”, como las conductoras de autobuses o taxis, que han sido consideradas esenciales durante la crisis de la COVID-19, “sufren otro riesgo particular”.
Pero no es ese el único factor que ha incrementado el riesgo de violencia contra las mujeres durante la pandemia del coronavirus, sino que en ocasiones también lo ha sido el teletrabajo, obligatorio en muchas casos durante los últimos meses.
En esta línea, y pese a que pueda pensarse que “reduce la posibilidad de acoso sexual” en los lugares físicos, trabajar desde casa ha aumentado las situaciones de “vigilancia”, de forma que, según Lynch, “el ordenador o el teléfono se convierten en un aparato más para vigilar en los hogares”.
“Estamos recogiendo testimonios alrededor de Europa”, explicó la miembro sindical, “y estamos muy preocupados sobre ejemplos que estamos escuchando sobre supervisores que están usando el teletrabajo como una forma más de acoso sexual”, añadió Lynch.
A estos casos se suman, además, las situaciones en las que las mujeres sufren violencia en sus propios hogares.
“Ahora muchas mujeres que están trabajando desde casa no pueden salir de estas situaciones de violencia”, explica Lynch quien añade que antes del mandato del teletrabajo, “podían dejar su casa para ir a trabajar y era más frecuente romper con situaciones de violencia doméstica”, añadió la secretaria general adjunta del CES.
Por ello, insistió, “es muy importante que los empleadores identifiquen este tipo de situaciones y le dejen claro a las trabajadoras que las ayudarán a ser capaces de salir de estas situaciones” y que “no insistan” en que permanezcan en un hogar donde están siendo maltratadas.
Aseguró que “lo que se necesita es una respuesta realista” y destacó la importancia de que “los empleadores sean muy claros”, y que se implementen medidas de seguridad en relación a los nuevos sistemas de trabajo, “para asegurarse de que cuando haya violencia se puede resolver rápido, y que las mujeres no tengan que esperar a que se acabe”.
También hay que destacar que muchas veces son las mismas mujeres las que agreden y maltratan a sus subalternas, situación que Beatriz Gutiérrez Muller, esposa del presidente Manuel López Obrador, denunció en su cuenta de Twitter.
En un esfuerzo por frenar las agresiones contra el sexo femenino, el secretario general de las Naciones Unidas, xxxxx, lanzó la campaña ÚNETE de aquí al 2030, que marca 16 Días de activismo contra la violencia de género (del 25 de noviembre al 10 de diciembre de 2020) con el tema mundial “Pinta el mundo de naranja: ¡financiar, responder, prevenir, recopilar!”.
La campaña es parte de los esfuerzos de ONU Mujeres para Beijing+25 y se prepara para lanzar nuevas acciones y compromisos audaces para poner fin a la violencia contra las mujeres en el Foro Generación Igualdad en México y Francia en 2021, según el sitio unwomen.org.