En aquella madera que sirvió como lápida también se detalló que Scottito pasó 9 años junto a sus humanos (entre 2001 y 2019). La inscripción, escrita con plumón negro, fue acompañada de cinco firmas.
Cerca del lugar de entierro de Scottito se encuentra un cuadro verde claro en el que puede leerse en letras grandes: “Toffy Juaréz, raza Pitbull”, la inscripción sigue un poco más abajo “te llevas un pedazo de mi vida, pero ya me lo devolverás cunado nos volvamos a ver”.
El Cementerio para mascotas Amigo se encuentra en el kilómetro 8 y medio de la carretera Troncal del Norte, en las cercanías del Centro escolar cantón Calle Real, jurisdicción de Ciudad Delgado.
“Esta iniciativa nace a raíz de una tradición familiar, que tiene sus orígenes hace cuatro generaciones”, explicó Kryssia Quintanilla, administradora del lugar.
Esa costumbre consistía en que por no tener el lugar adecuado para enterrar a sus mascotas, los familiares de Francisco José Fuentes, antiguo dueño de la propiedad y bisabuelo de Kryssia, pedían que les cediera espacios para depositar los restos de sus amigos de cuatro patas y así sucedía.
Al final gran parte de la familia de Francisco José enterraron allí a sus perritos y demás mascotas.