Zuleyma Nohemy Guillén, de 24 años, fue condenada a nueve años de cárcel luego que el Tribunal 6° de Sentencia de San Salvador la encontrara culpable del delito de explotación sexual, en la modalidad de trata de personas agravada, en perjuicio de una adolescente de 15 años.
La mujer se valió de que la víctima tenía problemas familiares para convencerla de que se fueran a vivir juntas y luego le propuso un trabajo para que obtuviera dinero.
Smirna de Calles, jefa de la Unidad de delitos de Tráfico Ilegal y Trata de personas de la Fiscalía, sostuvo que, en junio de 2011, Guillén llevó a la jovencita a trabajar a una barra show situada en San Salvador y a otra en Aguilares.
En ambos lugares, la víctima ingería bebidas alcohólicas, hacía bailes eróticos y se prostituía a cambio de unos 20 dólares. Sin embargo, la mayor parte del dinero se lo quedaba Zuleyma Nohemy y otro porcentaje era para los dueños de los establecimientos.
Las autoridades conocieron el caso porque la madre de la adolescente denunció que la mujer prostituía a su hija.
La Policía inspeccionó varios centros nocturnos en busca de la víctima. Guillén se enteró de eso y la corrió de su casa, no sin antes amenazarla para que no la delatara. No obstante, la mujer fue capturada en enero de 2012.
Ayer, el juez Rolando Corcio basó su condena en el testimonio de la víctima, quien corroboró la versión que fue brindada por su madre.
Por su parte, De Calles manifestó que entre las evidencias presentadas en el proceso judicial están los peritajes que indican que la víctima tiene un perfil de una persona que podría cometer un suicidio por los vejámenes sufridos.