“Llévense su peste de nuestro país”. Esta fue la reacción del presidente Nayib Bukele a un tuit de Paulo Abrao, brasileño experto en derechos humanos y ex secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); quien criticó al gobierno salvadoreño las medidas tomadas dentro del Régimen de Excepción, implementado desde el fin de semana en El Salvador.
“Populismo penal: ilegalidades para enfrentar ilegalidades. Barbaries para enfrentar barbaries. Resultado final: más ciclo de violencia para todos”, escribió Abrao en su cuenta de Twitter junto a una publicación de Bukele en la que colgó un video que refleja las nuevas órdenes del gobierno para tratar a los cabecillas de pandillas en los centros penales a raíz del alza de homicidios del fin de semana.
“MENSAJE A LAS PANDILLAS: Tenemos 16,000 ‘homeboys’ en nuestro poder. Aparte de los 1,000 arrestados en estos días. Les decomisamos todo, hasta las colchonetas para dormir, les racionamos la comida y ahora ya no verán el sol. PAREN DE MATAR YA o ellos la van a pagar también”, escribió Bukele junto al video en donde se observa a decenas de criminales que guardan prisión siendo sacados de sus celdas por las autoridades de seguridad para hacer requisas.
Sin embargo, una investigación del periódico digital El Faro reveló en septiembre de 2020 que el gobierno de Bukele llevaba un año negociando con la pandilla MS-13 la reducción de homicidios y apoyo electoral.
Según esa indagación basada en documentos oficiales del Ejecutivo, según revela El Faro, registran que desde junio de 2019 hubo negociaciones del actual gobierno con líderes encarcelados de la MS-13.
“El Faro obtuvo cientos de páginas de informes de inteligencia penitenciaria y de libros de novedades de dos cárceles de Máxima Seguridad, que prueban encuentros del director de Tejido Social, Carlos Marroquín, y del Director de Centros Penales, Osiris Luna, con líderes pandilleros”, revela la investigación publicada el 3 de septiembre de 2020.
En diciembre de 2021, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sancionó al director del Tejido Social, Carlos Marroquín y a Osiris Luna, a quienes señala de negociar un acuerdo político con las pandillas MS13 y el Barrio 18, con el fin de reducir los homicidios y obtener apoyo para el partido oficialista Nuevas Ideas.
Luna también fue señalado por el Departamento del Tesoro de participar en una trama de corrupción junto a su madre, Alma Meza, en la cual, supuestamente obtenían y revendían bienes que debían ser entregados como parte de la ayuda del gobierno en el marco de la pandemia.
En esa ocasión también el presidente Bukele reaccionó fuertemente a las acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
“Está claro que el gobierno de Estados Unidos no acepta colaboración, amistad o alianza. Es sometimiento absoluto o nada. Se ven hasta absurdas esas acusaciones diarias. No sabía que les interesara tanto El Salvador. Tal vez lo que les interesa es detener el mal ejemplo”, escribió esa vez en su cuenta de Twitter.