Es ya una leyenda en los terrenos de juego. Pero Keylor Navas, el portero se la Selección de Costa Rica, no se limita como persona a pensar en su palmarés y los lujosos sitios donde vivió en la última década, él muestra de su propia iniciativa que es mucho más que eso.
Este domingo, más allá de las controversias arbitrales, Costa Rica demostró que solo faltaba buen oficio y aplicación defensiva para detener a una Selecta con bajao nivel de argumentación.
La visita ganó y su mejor jugador en cancha, lejos de agrandarse, acortó distancias con la gente y la atendió amablemente.
Keylor Navas se acercó al sector de Platea para atender a varios aficionados quienes demandaban un recuerdo con el mítico arquero. El guardameta costarricense brindó autógrafos, saludos y algún que otro selfie.
Quedó en evidencia su calidad humana y dejó claro que ese dicho de "todos los ticos son agrandados" no aplica para todos. Enorme.