Los rebeldes yemeníes reivindicaron el viernes una serie de ataques con drones y misiles en Arabia Saudita, que provocaron un enorme incendio en una instalación de la petrolera Aramco en Yedá.
"Realizamos varios ataques con drones y misiles balísticos", incluyendo una "instalación de Aramco en Yedá (e) instalaciones vitales en Riad", afirmaron en un comunicado los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
Arabia Saudí interceptó este viernes seis drones lanzados contra el sur del país por los rebeldes hutíes del Yemen, menos de una semana después de otra andanada similar que alcanzó varias instalaciones petroleras saudíes, informó la alianza militar liderada por Riad que interviene en el conflicto armado yemení.
Los aviones no tripulados, que iban cargados con explosivos, fueron lanzados en la madrugada contra posiciones no especificadas del sur de Arabia Saudí, donde este país tiene frontera con el Yemen, y "se dirigieron deliberadamente contra objetivos civiles e instalaciones energéticas”, indicó la coalición, según la televisión estatal saudí Al Ijbariya.
Esta nueva oleada de ataques, que los hutíes ejecutan periódicamente contra objetivos en el país vecino en respuesta a su intervención en su guerra contra el Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen, se produce solo cinco después de otras dos operaciones similares que alcanzaron siete instalaciones estratégicas, incluidas cinco de gas y petróleo.
A raíz de estos ataques, que afectaron a la producción de una refinería y causaron un incendio en una estación de distribución petrolera, Riad advirtió que estas acciones podrían afectar a su suministro de petróleo.
Esto, en un momento en que los precios del crudo están disparados por el conflicto en Ucrania y cuando los países consumidores intentan presionar a Arabia Saudí, mayor exportador mundial de esta fuente de energía, y otros países del golfo Pérsico para que aumenten sus producción.
Además, el ataque tiene lugar solo cuatro días antes del inicio de una ronda de diálogo intrayemení en Riad convocado por el Consejo de Coordinación del Golfo (CCG) para buscar una hoja de ruta hacia el fin de la guerra en el país y al que los hutíes se han negado a acudir.
El conflicto en el Yemen empezó en 2014 cuando los hutíes, apoyados por Irán, se alzaron en armas contra el Gobierno y controlaron la capital y otras provincias del norte y el oeste del país.
Al año siguiente intervino la coalición árabe liderada por Riad contra ese movimiento chií rebelde, que cuenta con el apoyo de Irán.