Silvia Hernández: “Las periodistas que estamos vetadas no podemos trabajar con el gobierno”

La experiodista de la Asamblea Legislativa indicó que tras ser despedida sin justificación se dio cuenta que las puertas de las instituciones de gobierno también le han sido cerradas completamente.

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Foto Cortesía

Por Eugenia Velásquez

2022-03-08 6:00:53

Este testimonio forma parte del especial "Mujeres periodistas que no callarán", en el que El Diario de Hoy recoge los testimonios de mujeres que explican cómo han sido víctimas de acoso, violencia y amenazas hasta de violación por publicar información que incomoda al gobierno de Nayib Bukele.

Al término de 9 meses de laborar para la Asamblea Legislativa, la periodista Silvia Hernández fue despedida sin justificación. Al poco tiempo se dio cuenta que las puertas de las instituciones de gobierno también le han sido cerradas completamente.

Por el simple hecho de haber trabajado para la Asamblea, Hernández ha sido bloqueada. Su hoja de vida es engavetada o desechada al llegar a las oficinas públicas.

“Me doy cuenta que se había emitido la orden que no se contratara en el área gubernamental a ninguno que haya sido despedido de la Asamblea, mucho menos si eran de los partidos ARENA, FMLN, PDC, PCN e institucionales. Esa fue la línea que se dio. Dicen los del gobierno: periodista vetada, las periodistas que estamos vetadas no podemos trabajar con el gobierno”, explica Hernández.

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Dos meses antes de ser destituida, cuenta cómo los periodistas de la Asamblea comenzaron a ser víctimas de aislamiento, al grado de no dejarlos salir ni a los pasillos del edificio y desesperarlos al punto de quitarles hasta el agua para beber.

Esa situación inició desde el 1 de mayo de 2021, cuando Hernández recibió una llamada telefónica en la que le giraron instrucciones precisas y extensivas para el resto de sus colegas. Ese día el partido Nuevas Ideas tomó posesión del Legislativo.“La orden fue: ‘no salgan de las oficinas, no los queremos ver en los pasillos’”, cuenta y añade: “me sentí rara, nunca me imaginé eso, eso fue el primer día. Las personas pasaban un mes sin hacer nada porque se les dejó de dejar funciones”.

Desesperada por el acoso comenzó a gestionar su traslado del área de redes sociales a otra unidad de la Asamblea, pero un día después de que le aprobaran su trámite, le notifican su despido con la advertencia de que no acudiera a los tribunales porque sería un desgaste para ella en un caso que no ganaría.

A inicios de 2022, Silvia Hernández sufrió otro atropello a su intimidad, cuando comenzó a recibir llamadas anónimas de números desconocidos y mensajes amenazantes, además de avisos de intentos de hackear sus cuentas de redes sociales y de WhatsApp.

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