El fuerte nivel de deuda que El Salvador acumula hasta la fecha podría ser un factor que frenaría el crecimiento económico del país, según señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un reciente artículo publicado en su sitio oficial.
Esa es una de las conclusiones a las que ha llegado el equipo técnico que conforma la Misión del FMI en el país y que se ha encargado de analizar las finanzas públicas salvadoreñas, mismas que se encuentran en una situación delicada no solo por la deuda pública, sino por el poco acceso a fuentes de financiamiento como producto de su baja calificación en mercados internacionales.
En este sentido, el Fondo reitera en su artículo que la situación de la deuda púbica en el país “es insostenible” y apunta que ese alto nivel de endeudamiento “desplaza la inversión privada y limita los recursos para gastos sociales y de infraestructura, todos impedimentos para el crecimiento”.
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Durante los primeros días de esta semana, y previo a la reunión que sostuvieron los líderes financieros de las principales economías del mundo, conocidas como el G20, el Banco Mundial (BM) también emitió un informe en el que aborda el complejo problema del endeudamiento público al que se enfrentan muchos países, entre ellos, El Salvador.
Dicho informe del BM sostiene que la desigualdad y el desarrollo humano en estos países con altos índices de endeudamiento podría empeorar en unos años debido a la insostenibilidad de esa elevada deuda pública.
Según el análisis de ese organismo, el freno en el crecimiento y el aumento de la desigualdad podrían surgir a partir del impacto económico que tuvo la pandemia por covid-19 en los países y que los empujó a buscar fuentes de financiamiento externo para hacerle frente a la crisis, algo que incrementó en gran medida la deuda.
De acuerdo con el BM, “los gobiernos acumularon deuda para financiar gastos corrientes, pero lo hicieron a costa de limitar su capacidad de gastar en el futuro, incluso en bienes públicos como la educación y la salud pública”, algo que coincide con las valoraciones de la misión del FMI acerca de la situación salvadoreña.
En este punto, el Banco Mundial agrega que la falta de inversión en esas áreas, así como la elevada deuda “también limitan la capacidad de los gobiernos para lidiar con futuras crisis”.
Según datos oficiales del Ministerio de Hacienda, hasta el cierre de 2021, El Salvador acumulaba una deuda de $24,455 millones, la cual ha incrementado con el actual gobierno que en tan solo 30 meses ha incorporado hasta $6,138 millones a ese total, algo que podría acercar al país al escenario que plantea el Banco Mundial en su análisis.
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Ese alto nivel de deuda que el FMI considera “insostenible” se encuentra en una proporción del 85.6% con respecto a lo que produce el país (Producto Interno Bruto), según afirmó recientemente la calificadora Fitch Ratings cuando confirmó la rebaja en el perfil crediticio del país a CCC.
Deuda no transparente también debilita a los países
En el mismo informe, el BM menciona que los países en desarrollo también se ven debilitados por la poca transparencia en la deuda que adquieren, algo que se potenció en el marco de la pandemia.
El expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo, sostiene que, aunque el gobierno es poco transparente en el gasto público, “es difícil que pueda ocultar información” a los organismos prestamistas y advierte que “el gobierno no puede usar discrecionalmente fondos de un préstamo”.