Salvadoreña escribe canciones al padre Rutilio Grande

Maria Hilda González pretende trascender a la próxima generación a través de los cantos. “Es un regalo para el padre Rutilio Grande y los tres mártires que serán beatificados este 22 de enero”, dijo.

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Fotos cortesía

Por Milton Rodríguez

2022-01-22 4:14:17

Tras esperar por más de 40 años la beatificación del padre Rutilio Grande, una salvadoreña sintió la inspiración para escribir canciones en honor al sacerdote jesuita, que a partir de este 22 de enero formará parte del electo de beatos de la Iglesia Católica, junto a Nelson Lemus, Manuel Solórzano y el Padre Cosme Espessoto.

Se trata de María Hilda Flamenco de González, quien nació en Aguilares, y reside en los Estados Unidos desde hace 18 años. Ella y su esposo llegaron a El Salvador  para participar en la beatificación del sacerdote que conoció de cerca y del que fue partícipe de sus enseñanzas y estilo de vida.

 “Para nosotros Él (Padre Grande) era un Santo”, dijo a El Diario de Hoy y añadió que la ceremonia de beatificación “es un acontecimiento esperado por nosotros desde hace 44 años, desde el martirio del Padre Rutilio Grande”.

El que la Iglesia reconozca el martirio del padre Grande y sus compañeros mártires es motivo de mucha alegría para ella, muestra de eso es que en octubre del 2021 comenzó a componer la letra de tres canciones en honor al próximo beato. Un dato interesante es que, si bien a de González siempre le ha gustado escribir poemas y ha escrito una serie de libros infantiles, es esta la primera vez que escribe cantos. Detalló que le tomó dos días componerlos.

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“Esas inspiraciones se las entregamos a diferentes ministerios de alabanza para que le pusieron música y se convirtieron en cantos, los cuales nos pueden servir para transmitir a las nuevas generaciones las enseñanzas de nuestros mártires”, manifestó.

De hecho, las tres composiciones musicales, en voz de cantantes nacionales,  ya están sonando en las radios católicas del país puesto que han sido lanzadas en el marco de la beatificación.

La canción “Aguilares, tierra de mártires” producida por el reconocido cantautor católico Quique Guzmán ya tiene video musical y está publicada en YouTube y redes sociales.

Los videoclips de la canción “Canta con Rutilio” del interprete y compositor musical José Domingo Flamenco y “Vamos a la Mesa de la Creación” de Fernando de León serán publicados la próxima semana en la página mamahilda.com.

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“Con Rutilio hay que cantar a una sola voz, seguir su ejemplo y abrazar la palabra del Señor, seguir con todo el corazón, seguir con la misión de quien en vida fue canción para alabar a Dios…” dice la letra de una de las canciones.

¿Qué fue lo que en particular le inspiró escribir estas canciones?

Al describir el carisma específico del padre Grande, María Hilda destacó que “era notoria su sencillez, sensibilidad social, sabiduría, humildad y pobreza”.

Además, relató que su familia tuvo la oportunidad de ser vecina del sacerdote y los separaba solamente el cerco con un falso como puerta que los dirigía hacia el área parroquial.

“Además de ser nuestro párroco, era nuestro amigo. Con frecuencia nos visitaba y nosotros igualmente teníamos cercanía a la parroquia”, indicó.

Recuerda la sencillez con que vivían los tres misioneros jesuitas y encargados de la parroquia de Aguilares, entre ellos Rutilio Grande. De tal manera que si algo que ellos disponían otras personas lo necesitaban, pues “preferían otorgárselos y ellos quedarse en lugar de muebles con trozos de madera, en lugar de libreras, con cumbos de leche y tablas para colocar sus libros”.

Explicó que fue así como su madre doña Paulita, al ser detallista y observadora determinó que la cocina de leña que tenían no era suficiente y vio la necesidad de llevar implementos complementarios, entre ellos una cocina de gas, “que nos permitieron un día llevarla e instalarla”.

Sin embargo, luego se llevaron una sorpresa dado que “en el mes siguiente nos dimos cuenta que la cocina ya no estaba en su lugar”.

Al preguntar su madre por la cocina, recuerda que el padre Grande le dijo con cariño “no te preocupes Paulita que esta cocina está en manos de una familia que la necesita más que nosotros. Te tengo Algo muy importante y le entregó una carta”.

“Para nosotros esa es una reliquia increíblemente de gran valor. Con ella hemos andado en todas partes donde se nos ha permitido testimoniar sobre nuestros Mártires”, comentó en relación al escrito que fue entregado un 21 de enero de 1977, 50 días antes de su martirio.

Explicó que, en uno de sus párrafos, el padre aclara que “nos considera como a uno de sus mejores amigos”.

“Nos sirve para dar gloria de Dios. Esto significa descubrir un misionero sensible y coherente con lo que predicaba reconociendo en cada uno de sus colaboradores la presencia de Dios. Lo hizo con nuestros padres e igualmente con los miembros más sencillos de la comunidad, los catequistas proclamadores de la palabra, ministros de la alabanza, catequistas etc”, agregó.

Para ahondar en la misión y estilo de trabajo del padre Rutilio Grande, ella relata que él futuro beato sabía que iba a una región de mucho comercio y trabajo a nivel de los cuatro ingenios que existían alrededor del pueblo de Aguilares, donde existía una población en su mayoría pobres y campesinos que no sabían leer, por lo que una de las herramientas que él utilizó para evangelizar fue precisamente la alabanza.

Una segunda reliquia. 

“Conservamos su propio libro de cantos, es decir, su libreta personal de cantos. A través de él nos damos cuenta como él solía preparar un campo específico para ambientar a la evangelización”, reveló.

Ella enfatizó que una de las frases del libro que más le ha impresionado es una donde dice “si hacemos una canción, esa canción contaría lo que hay bajo el sol, dicho en otras palabras ‘el canto era un estilo y una manera de ayudar a enseñar la palabra de Dios’”.

Fue así como surgió el deseo de plasmar en cantos la vida y obra de Rutilio. “A raíz de esto a mí se me ocurrió al llegar el tiempo de su beatificación escribir poemas resúmenes de lo que yo sé y conozco del padre Rutilio “, dijo.

Y es que para Maria Hilda esta es una manera de trascender a la próxima generación. “Es lo que queremos contarles de nuestros mártires cantando y reproduciendo estas canciones. Eso ha sido para mí y para toda nuestra familia un regalo para el padre Rutilio Grande y los tres mártires que serán beatificados este 22 de enero”, expresó.

Añadió que “a raíz de esa experiencia de evangelización, pienso que hablar del padre Rutilio es ponerle música a nuestra vida. Así es como me inspiré en resumir en poemas lo que yo sé y quisiera compartir del padre Rutilio”.

“Ser testigos presenciales de una beatificación de cuatro mártires en nuestro país, es un llamado a creer en la santidad y a encaminarnos hacia ella, en cualquier rol de vida que nos corresponde. Amando a Dios sobre todas las cosas, al prójimo como lo amaron ellos y a nosotros mismos”, concluyó.