La pandemia en el mundo ha provocado un nuevo orden de los factores de producción. Muchos de los trabajadores nativos de los países receptores de la población migrante en este momento continúan recluidos, continúan adaptándose a las nuevas formas de servicio y comercio en línea, observándose una discrepancia entre las competencias de los trabajadores que buscan empleo y las competencias que los empleadores buscan.
Pero el sector productivo, la agricultura, hoteles, tiendas, estos países necesitan mano de obra inmediata para poder ponerse al día con los niveles de producción necesarios para recuperar sus economías.
En este entorno mundial, ante esta demanda de mano de obra de las grandes potencias junto con las grandes ofertas de mano de obra que tienen los países pobres originarios de la migración, donde los impactos de la pandemia fueron más grandes comparados a las grandes potencias, es en este momento donde se llena de mucha importancia la visión de las migraciones ordenadas, la visión de los gobiernos de los países de origen de la migración para poder encontrar junto con estos países, que están demandando mano de obra, soluciones para encarrilar estrategias que provoquen la participación activa de los trabajadores migrantes en la recuperación de estas economías de los países receptores de migrantes.
No sólo eso. También que proporcione elementos importantes y necesarios para que estas grandes potencias identifiquen políticas migratorias que vayan a la altura de estos grandes retos, por ejemplo, las políticas aplicadas por Estados Unidos en el cierre de la frontera; por ahí debe iniciar una política migratoria de migración ordenada y migración laboral aplicar políticas de recepción y no de contención de la población migrante.
De no ser responsables los países receptores y los países de origen de la migración, seguiremos viendo caravanas, muertes y riesgos pocos controlables en las diferentes rutas migratorias.
El 2021 finaliza con un aumento del negocio criminal y multimillonario sobre tráfico de personas, la trata, las extorsiones. Hacen falta acuerdos de todos los países para detener esta amenaza a las personas y las familias migrantes. Hay necesidad de regular y ordenar los flujos migratorios. López Obrador lo ha planteado regularmente a Biden y a Justin Trudeau: dejen de rechazar la migración. Y les pide que reconozcan que necesitan la mano de obra migrante. En Texas, 90 líderes empresariales firmaron un convenio para presionar a los legisladores a hacer algo en inmigración. El presidente Biden tiene planes de infraestructura en EE.UU. y será la mano migrante quien ponga su energía para reactivar su economía.
Director Ejecutivo del Instituto Salvadoreño del Migrante.