Son muchas las celebridades que en su vida no siempre todo fue lujos, viajes, mucha ropa y comida. Existen muchos cantantes y actores que han revelado que su infancia y adolescencia estuvo hundida en la pobreza, solo han llegado hasta donde están por el sacrificio de sus padres y el de ellos mismos, este es el caso de Jennifer Lopez.
No hace falta relatar todo lo que JLo ha logrado en su carrera. Es una marca registrada que traspasa fronteras. De hecho se dice que ellas es una de las latinas más reconocidas en el mundo, pese a que en realidad nació en Estados Unidos, pero sus padres, Guadalupe Rodríguez y David López, son oriundos de Puerto Rico.
Los padres de la actriz y cantante llegaron a EE.UU. en busca de un mejor futuro. En este sentido, los primeros años de su vida fueron muy difíciles, vivir en la pobreza es algo que jamás olvidará y la ha marcado para siempre.
Lopez nació y creció en el Bronx, uno de los barrios más humildes de Nueva York. Tanto Guadalupe como David trabajaban en lugares en los que la paga no era la mejor, para generar dólares extras debían hacer horas extras, lo que requería prácticamente no estar en el hogar.
Jennifer tiene dos hermanas; la mayor tuvo que hacerse cargo de cuidar a las otras dos, cuando papá y mamá no estaban. Los cinco vivían en un departamento de dimensiones escasas, todos casi amontonados, hasta que se pudieron mudar a algo más grande cuando Jennifer cumplió 10 años. Eso no cambió que muchas veces no tuvieran para comer.
Sus duros inicios como artista
Los padres siempre se preocuparon porque sus hijas estudiaran, algo que causó discordia con JLo, puesto que ella aceptó seguir la universidad pero meses después la abadonó. Sin embargo, les prometió que iba a triunfar como artista, algo que definitivamente cumplió.
A los 18 años se mudó sola a Manhattan, llevando los pocos ahorros que había juntado. Empezó a tomar clases de danza, canto y actuación. Mientras tanto, vivía en un departamento en el que no tenía muebles, ni siquiera una cama, dormía en un colchón tirado en el piso. Antes de conseguir ese lugar, llegó a pedir permiso para dormir en la escuela de danza a la que asistía, pues no tenía donde vivir.
A pesar de todas las carencias vividas, Lopez no esconde esa parte de su vida. Sus hijos Emme Maribel y Maximilian David, frutos de su relación con el también cantante Marc Anthony, ya lo saben.
Recientemente, la artista contó que les ha relatado a sus hijos su infancia muy distinta a la de ellos, su adolescencia repleta de dificultades para que entiendan lo que es el significado del "sacrificio". Incluso, en más de alguna ocasión los llevó al Bronx para que vivieran con sus propios ojos el lugar donde vivió.
El año pasado, Jennifer Lopez habló abiertamente de su madre y de cómo hoy logra darle presentes sin ninguna clase de premio económico.
“Lupe fue una madre joven, se casó cuando tenía 20 años. Tuvo a mi hermana cuando tenía 21. Nos tenía a todos a los 26, así que todos crecimos juntos. Era como vivir con una adolescente, sinceramente. Ella quería que fuéramos independientes. Nunca quiso que tuviéramos que depender de un hombre para nada porque eso es lo que le enseñaron cuando creció”, remembró la cantante sobre su madre.