Han pasaron dos meses y medio desde la última fiesta de bitcoineros en El Salvador. Cuando se legalizó la criptomoneda, el 7 de septiembre, un grupo de entusiastas del criptoactivo, a quienes la prensa gubernamental dio cobertura, se reunieron en una playa de La Libertad para celebrar que el Bitcoin ya era moneda de libre curso en el país. La fiesta se llevó acabo en un hotel privado.
Afuera, el gobierno lidiaba con un agitado despegue de la criptomoneda: la caída de un 17 % de su valor mundial y el estancamiento de los servidores de la Chivo Wallet, la billetera gubernamental.
El sábado 20 de noviembre la fiesta se repitió. El ponente principal fue el presidente Nayib Bukele, quien, en un escenario iluminado con led, habló en inglés para cientos de nacionales y extranjeros sobre su nuevo proyecto: la ciudad del Bitcoin. No habló de cualquier ciudad; el mandatario mencionó una especie de residencial sin pago de impuestos, a excepción del IVA, y con unas condiciones de vida que distan de la realidad del país.
TE PUEDE INTERESAR: Bukele anuncia la construcción de la “Bitcoin City” en La Unión
Vibrante a los gritos de los extranjeros anunció que la ciudad del Bitcoin tendrá educación digital, los acreedores de las propiedades no pagarán impuestos, habrá energía geotérmica, y promete ser, en palabras de Bukele, “la ciudad más avanzada de su tipo. Más famosa que las ciudades y metrópolis más grandes de todo el mundo”.
Pero afuera, El Salvador es una realidad que dista del discurso del mandatario respecto a su proyecto. Este artículo es un recuento de la realidad del país versus la ciudad del Bitcoin anunciada por el mandatario.

Cero impuestos
Mientras Bukele anunciaba que “la ciudad del Bitcoin” estará exenta del impuesto sobre la Renta, del impuesto sobre la propiedad y de los impuestos municipales; fuera del proyecto, si un salvadoreño quiere adquirir una propiedad, debe pagar impuestos como el de la transferencia de Bienes Raíces.
Asimismo, el pago de impuestos municipales no ha estado exento ni siquiera en los municipios donde se encuentran las casas del Fondo Social para la Vivienda (FSV); mismas por las que los usuarios pagan intereses de hasta el 11.99 % y seguros de deuda y daños. Sin contar que las zonas en las que se encuentran los proyectos del FSV no gozan de amplia seguridad.
Educación digital y tecnológica
Fuera de la ciudad del Bitcoin, la cual promete tener educación tecnológica, solo el 45% de los salvadoreños tiene acceso constante a internet, según un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Microsoft.
La pandemia evidenció aún más las dificultades de los estudiantes de zonas rurales para recibir clases.
Asimismo, la Universidad de El Salvador (UES) tendrá ahora 12 millones de dólares menos en su presupuesto. Esto debido a que el gobierno recortó fondos al centro de estudios. Una medida que el vicerrector Administrativo de la universidad, Juan José Rosa Quintanilla, ve con preocupación pues la universidad ha tenido un incremento de aspirantes del 44.3 %.

$1,000 millones de deuda sin antes subsanar presupuesto
Para completar el Presupuesto General de la Nación para 2022, el gobierno de Nayib Bukele busca un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para más deuda, misma que aún no ha sido aprobada.
Como no ha logrado completar el presupuesto total, el gobierno se esperanza en subsanar la brecha fiscal (porcentaje del presupuesto que no puede financiarse con ingresos propios del Estado, sino con deuda), con “fuentes provenientes de Organismos Multilaterales, específicamente con el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo, una vez se suscriba el acuerdo con el FMI”. Pero el acuerdo con el FMI es cada vez más incierto de ejecutarse. No obstante, ayer Bukele anunció que emitirá $1,000 millones en bono de deuda.
De esos, 500 millones irán destinados a comprar más Bitcoin y 500 en los proyectos de infraestructura de la ciudad. Antes de todos estos anuncios, el gobierno ya había adquirido 1,120 Bitcoin, por un valor de $90.5 millones, adquiridos con dinero proveniente de los contribuyentes. Una compra de la que no se ha brindado información y que no ha sido posible auditar.
Seguridad para pocos
El gobierno promete además seguridad para esta ciudad. Sin embargo, el resto del país atraviesa por periodos inestables en torno a ese tema. Hace unos días, hubo un repunte de homicidios; mientras tanto, los desaparecimientos continúan. Todo esto en medio de señalamientos de una posible negociación del gobierno con las pandillas.
La construcción de la ciudad del Bitcoin será cerca del volcán de Conchagua, en el departamento de La Unión. Bukele dio a conocer el proyecto bitcoinero durante la clausura de la Conferencia Latinoamericana del Bitcoin y Blockchain (LaBitConf).