A la comunidad internacional: Pinten la raya a Bukele

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Las autoridades no descartan que este relacionado con la cabeza encontrada en el Río Jalponga y las piernas encontradas hace dos dias bajo el puente el tule, El Paisnal. Foto EDH/ Francisco Rubio

Por Paolo Luers

2021-11-19 6:16:03

Estimados amigos:

El pleito sobre el proyecto de Ley de Agentes Extranjeros de Bukele es con ustedes. Es contra su derecho de decidir los fines y las contrapartes de su cooperación con El Salvador. Y es un insulto: si quien es contraparte de sus acuerdos de cooperación es tratado como “agente extranjero”, ustedes son entidades que conspiran contra El Salvador.

Hemos escrito, leído y discutido bastante sobre todos los elementos de esta ley, todos negativos para el país y sus relaciones con el exterior: la confiscación de 40% de los fondos, que fundaciones y ONG salvadoreñas reciban de gobiernos, agencias de cooperación y fundaciones extranjeras, siempre cuando el gobierno considere “proyectos políticos” los apoyados; la introducción de sanciones penales por violar esta ley, así como se ha usado en Nicaragua para encarcelar a periodistas, directores de organizaciones cívicas y candidatos opositores; la creación de una entidad subordinada al Ministerio de Gobernación que “supervisará” la labor de organizaciones independientes, “llevando el control de sus actividades”.

Estos elementos, cada uno de aberración jurídica, serían suficientes para rechazar esta ley. No es una ley de transparencia ni una ley de regulación, similar a las que existen en muchos países, como el gobierno quiere hacer creer a la comunidad internacional. Es una ley confiscatoria y represiva.

Pero ojo: no nos vayamos por las ramas. La mala intención está en la mera concepción de esta ley. Considerar “agente” de un poder extranjero al que mantenga vínculos de cooperación con gobiernos, agencias de cooperación, iglesias, sindicatos, gobiernos locales o fundaciones de países amigos, es en sí un insulto a la sociedad civil y a la cooperación internacional. Es un ataque frontal al derecho de la comunidad internacional y sus contrapartes a libremente decidir cómo quieren aportar al bienestar y la protección de los derechos y libertades de los salvadoreños.

Solo a gobernantes cavernícolas, que para sus delirios de poder necesitan crear enemigos internos y externos contra los cuales promover el odio, se les ocurre una ley como la que estamos discutiendo, que habla de traición a la patria, de defensa de la soberanía y de alteraciones del orden público.

Entonces, estimados amigos en Naciones Unidas, en la OEA, en los gobiernos y parlamentos de los países amigos, y en las fundaciones que promueven los derechos humanos y civiles: este pleito es con ustedes. Enfréntenlo. No pueden dar un cinco a un gobierno que limita su derecho de financiar proyectos independientes. Por eso no dan dinero a los regímenes en Cuba, Irán, Afganistán, Venezuela y Nicaragua. El Salvador se está ganando un lugar en este club.

Saludos, Paolo Lüers