El Real Madrid se presenta al examen que le plantea el equipo revelación de LaLiga, un recién ascendido como el Rayo Vallecano que se ha instalado a base de buen fútbol y descaro en la zona europea de la clasificación, tras el toque de atención de su afición a la debilidad mostrada en el Santiago Bernabéu, con los silbidos del duelo ante el Shakhtar Donetsk, en Champions.
Con varias dudas por despejar, principalmente desde el apartado físico y defensivo, y pendiente del belga Eden Hazard, el Real Madrid quiere enderezar su camino en casa. Dos empates sin goles consecutivos en sus últimas apariciones ligueras, ante Villarreal y Osasuna, dejan en el olvido el regreso al Bernabéu con once tantos en dos encuentros, ante Celta y Mallorca.
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Lo cierto es que el entrenador Carlo Ancelotti ha reducido su círculo de confianza y la carga de partidos ha pasado factura a varios jugadores con exceso de minutos en sus piernas.
Se notó en la Liga de Campeones y, pese a que el técnico defiende a sus ‘tres tenores’ del centro del campo, la revitalización de su equipo pasa por el respiro a uno de ellos. El físico de Eduardo Camavinga, ante la ausencia de Fede Valverde, es una opción a tener en cuenta.
Última sesión antes del encuentro de mañana...
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También la titularidad de Hazard, la prueba en una nueva demarcación porque la banda izquierda tiene dueño y no es otro que el brasileño Vinicius Junior, que cuando no marca asiste y siempre genera desequilibrio. La ausencia de Rodrygo fue cubierta en ‘Champions’ por Lucas Vázquez, pero la falta de minutos del astro belga, que ha pasado a ser suplente en un rol que no desea tener, hace esperar su aparición de inicio en una nueva oportunidad para recuperar su nivel. Por otra parte, no llega a tiempo Gareth Bale y siguen siendo baja Dani Ceballos y Mariano Díaz.
Los 21 goles a favor en los cuatro últimos partidos del Real Madrid ante el Rayo en casa presentan un escenario para recuperar confianza, y a Karim Benzema para seguir lanzado hacia su primer trofeo de máximo goleador de LaLiga Santander. El Rayo es, además, una de sus víctimas preferidas al marcarle ocho goles en nueve enfrentamientos.
La visita, sexto y con 20 puntos (la mitad de lo presupuestado para mantener la permanencia, el gran objetivo), está que no cree en nadie y quiere seguir en el sueño que vive.
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