Bancada cyan: Seis meses de subordinación al presidente Nayib Bukele

Desde que asumieron su cargo el 1 de mayo, los diputados de Nuevas Ideas y los de sus satélites en GANA, PDC y PCN se han comportado como tramitadores de las iniciativas del Órgano Ejecutivo y han aprobado con celeridad proyectos que requerían profundo análisis.

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Ante las tensiones por dos disidentes dentro de la bancada cyan, los líderes de Nuevas Ideas están haciendo lo imposible para transmitir que existe unidad en la bancada. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Liseth Alas

2021-11-04 9:56:47

La sumisión de los diputados del oficialismo al presidente de la República, Nayib Bukele, es una de las constantes que también han marcado los primeros seis meses de la nueva Asamblea Legislativa.

Esta postura ha sido cuestionada por abogados consultados por El Diario de Hoy, quienes hacen un balance negativo del trabajo que ha desempeñado el parlamento desde el 1 de mayo de 2021 y que ven cómo ha dejado de ser una entidad que limita el poder del gobierno central.

El golpe al Órgano Judicial al remover a la Sala de lo Constitucional, la destitución del fiscal general que investigaba indicios de corrupción en el gobierno, la reserva de información pública y la aprobación de leyes en tiempo récord y sin la mayor discusión, entre otros, son parte de las acciones desarrolladas por la legislatura liderada por Nuevas Ideas que controla Bukele que expertos califican como “un retroceso democrático” para el país.

“Con sus acciones, la Asamblea Legislativa ha apoyado el autoritarismo del gobierno, ha eliminado la posibilidad de un debate legislativo para la aprobación de leyes. Simplemente han sido una caja de resonancia, voceros del presidente de la República”, dijo Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana.

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Esta situación “ha llevado a un retroceso democrático sin precedentes en el país”, añadió.

“La Asamblea se ha caracterizado por la falta de debate. Esto permite la imposición desde otros ámbitos (el Ejecutivo) de las decisiones que se adoptan, propio de un régimen autocrático”, señaló la abogada Ruth Eleonora López en relación a la falta de estudio con la que se han avalado varias iniciativas.

Y es que los diputados han tramitado con notoria celeridad y diligencia los proyectos que provienen de la Presidencia, los cuales son aprobados, en ocasiones entre aplausos, sin medir sus consecuencias económicas, sociales o políticas.

Wilson Sandoval, coordinador del Centro de Asesoría Legal Anticorrupción (Alac-Funde), fue más allá y afirmó que la fracción que controla Bukele será recordada “por ser la bancada que se despojó así misma de las atribuciones constitucionales de legislar como poder independiente, que se supeditó al Ejecutivo de forma vasalla y sin más interés que cumplir con una agenda del círculo de poder cercano a Bukele”.

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Meros “ejecutores de un plan”
Johnny Wright Sol, diputado del opositor partido Nuestro Tiempo, destacó que durante estos seis meses la nueva Asamblea liderada por el oficialismo se ha caracterizado por “ser la ejecutora de un plan de desmantelamiento del Estado de derecho y de retrocesos democráticos”.

El legislador explicó que desde el 1 de mayo se han avalado una serie de iniciativas de forma exprés “y se ha convertido en un parlamento de trámite del Ejecutivo”, donde, además, no hay cabida para las propuestas de la oposición “que ni siquiera son agendadas en las comisiones”.

Esto se evidencia no solo en las propuestas que no han sido tramitadas por provenir de partidos como ARENA, FMLN, Nuestro Tiempo o Vamos. Además, la mayoría de Nuevas Ideas y sus satélites en GANA, PDC y PCN han desechado iniciativas de ley que venían de legislaturas anteriores y no fueron siquiera discutidas. Entre ellas, la Ley de Identidad que busca beneficiar a las personas trans o la Ley de Protección de Periodistas.

“Después de estos seis meses tenemos una Asamblea que poco hace por fortalecer el Estado de Derecho”, lamentó Wright y dijo que, por el contrario, “ha generado una inseguridad jurídica que creo que nunca habíamos visto en nuestro país”.

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El “mandato” del presidente
Durante los últimos seis meses, declaraciones vertidas por líderes y diputados de la llanura de Nuevas Ideas dejan entrever que la bancada cyan responde “el mandato” del presidente.

“Continuaremos defendiendo el mandato que nuestro líder y presidente de la República, Nayib Bukele, nos ha otorgado: hay un único poder detrás de nosotros y es el pueblo”, sostuvo el diputado y jefe de la bancada cyan, Christian Guevara, en un comunicado que publicó el pasado 30 de octubre en sus redes sociales, tras un conflicto interno en el partido oficialista producto de la filtración de un audio en que dos diputados advertían que podían romper filas con Nuevas Ideas alegando malos tratos.

Para los críticos del gobierno, esto evidencia que la relación con el Ejecutivo es de sumisión y subordinación, y no una propia de un órgano del Estado autónomo y con independencia de criterio.

Esto, además, supone una ignorancia respeto a la labor que supone la investidura de un legislador.

Para la abogada López, “los diputados tienen una concepción equivocada y han evidenciado desconocimiento del marco regulatorio e irrespeto por la población”.

La experta se basa en el artículo 125 de la Constitución que establece: “Los diputados representan al pueblo entero y no están ligados por ningún mandato imperativo. Son inviolables, y no tendrán responsabilidad en tiempo alguno por las opiniones o votos que emitan”.

La profesional en el derecho explicó que “el artículo 125 de la Constitución es claro cuando señala que los diputados no tienen mandato imperativo, lo que significa no se deben a nadie más que a su conciencia y convicciones para cumplir con las funciones de la Asamblea que son legislar, controlar y nombrar funcionarios de segundo grado”.

Es decir que si bien forman parte de un partido político, y es natural que tengan una afinidad con este, no están obligados a votar en masa, pues la Constitución les obliga a representar al pueblo entero.

Además, el comunicado del diputado Guevara sostiene que siguen el “mandato” de Bukele, cuando en una República, el único mandante es el ciudadano. Tanto el presidente como los diputados son representantes que, durante un tiempo, administran un poder limitado que se les otorga.

Todo gira alrededor de una persona
El director nacional de Organización de Nuestro Tiempo, Ramiro Navas, indicó recientemente que el conflicto interno de Nuevas Ideas deja al descubierto “que es una fracción legislativa totalmente subordinada no al Órgano Ejecutivo como tal, sino al presidente (Nayib Bukele), en un país en donde la lógica debería ser garantizar la independencia de los Órganos de Estado”.

La diputada del FMLN, Anabel Belloso, reiteró el miércoles que la crisis en Nuevas Ideas tiene a la base el esquema de funcionamiento de un partido muy vertical, en donde se les restringe a los diputados su participación y vocería.

“Sus acciones demuestran que todo gira alrededor de una persona y sino gira alrededor de ellos o de un cercano al gobierno no tiene ni voz ni voto”, valoró Belloso.

Al respecto, el presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, reconoció durante una entrevista el 1 de noviembre que ningún diputado de Nuevas Ideas obtuvo su curul por méritos propios. “La gente votó” por la “confianza que tenían en el presidente” Bukele, dijo.

Seis meses después, las actuaciones de los diputados coinciden con sus mensajes de campaña, donde no ofrecían sus ideas y su rostro, sino la idea de que votar por ellos era votar por “la N de Nayib”.