Así como el título de la famosa película de Jim Carrey, la empresa inglesa de servicios financieros EMFI Group tituló el análisis sobre las estimaciones fiscales del gobierno de El Salvador en el presupuesto de 2022, el cual califica de "poco realista".
El reporte que ha elaborado recientemente EMFI señala que "el nuevo proyecto de presupuesto incluye una previsión demasiado optimista de los ingresos fiscales, que se espera que aumenten un 11.9% ($656 millones), llevando la recaudación tributaria al 22% del PIB, un incremento de 4.5 puntos porcentuales en comparación con 2020".
Luego añade que "más allá de la cifra algo sospechosa... todo esto, sin introducir nuevos impuestos ni aumentar los existentes, solo se puede interpretar como ilusorio".
El Banco Central de Reserva (BCR) ha proyectado que la economía salvadoreña crecerá 9% en 2021 y el Ministerio de Hacienda estima que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 11.9% al cerrar este año.
Ante ello, los expertos de la empresa financiera tienen otros cálculos. "Estimamos que el déficit primario llegará a -1.1% del PIB, 1.9 % menor al proyectado por el gobierno y el saldo global se cerrará en -4.3% del PIB versus el -2.5% estimado por el gobierno".
Tras estas proyecciones y dado que el gobierno salvadoreño está en busca de financiamiento para pagar los compromisos fiscales pendientes, EMFI duda que el país pueda lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un crédito por $1,300 millones, pero además la empresa considera que El Salvador necesita más dinero aún.
"La administración de (Nayib) Bukele necesitará encontrar $1,750 millones (6.1% del PIB) en financiamiento y llegar a un acuerdo con el FMI sería clave para cumplir con ese objetivo. No obstante, creemos que el gobierno no podrá llegar a un acuerdo con el Fondo", advierte la firma inglesa.
VER: Se agravará la crisis en finanzas del país si no hay acuerdo con FMI
Añade que en el último informe que hicieron anticipaban que la brecha presupuestaria de $498 millones anunciada por el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, "parecía lejos de la cifra real y con el presupuesto confirmamos nuestras sospechas".
EMFI subraya que una "simple revisión" muestra que el presupuesto incluye $1,209 millones en deuda pública, de los cuales $710.6 millones corresponden a préstamos bilaterales y multilaterales, y $498.4 millones a emisiones de valores en el mercado externo, "cifra que sospechosamente coincide con el déficit de financiamiento anteriormente anunciado por el ministro Zelaya".
Asimismo, el análisis de la empresa inglesa estima que la recaudación tributaria aumentará levemente del 19.7% al 20.1% del PIB, debido a que la tasa de crecimiento de las emisiones y, por ende, del consumo, se ha desacelerado en los últimos meses, afectando la recaudación del IVA, que representa alrededor del 40% de los ingresos en impuestos. "Además, el gobierno agregará alta volatilidad a los ingresos fiscales debido a la reciente aprobación de pagos de impuestos con Bitcoin, una medida arriesgada, en nuestra opinión", apunta.
También señala que la cifra de recaudación tributaria anunciada por el ministro de Hacienda es levemente inferior a la de la propuesta presupuestaria: $6,205.6 millones versus los $6,148 millones. "Aunque la diferencia es pequeña, las cifras deberían ser las mismas, lo que plantea la pregunta: ¿se equivocó el ministro o se han realizado modificaciones en el modelo original de la propuesta de presupuesto?", cuestiona.
Señalan poca transparencia
Otro señalamiento que plasma EMFI en su informe es que el contenido completo del presupuesto de 2022 fue publicado por el gobierno salvadoreño 11 días después de presentado, tras algunas quejas de la oposición y organizaciones no gubernamentales. "No se dio ninguna explicación sobre el retraso en una nueva señal que la transparencia permanece al final de la lista de prioridades para la administración Bukele", dice en el documento.
Este análisis de la firma inglesa se conoce el mismo día que el vocero del FMI, Gerry Rice, señaló que El Salvador deberá “volver a evaluar” algunas de sus políticas económicas para lograr un acuerdo de asistencia financiera por parte de la institución ante la crisis económica derivada de la pandemia.
Rice indicó en rueda de prensa este jueves que hay “acontecimientos” que se han producido en estos meses que obligan a El Salvador a “volver a evaluar algunas de las medidas necesarias para asegurar crecimiento inclusivo, sostenibilidad fiscal y estabilidad financiera”.
También el pasado 22 de octubre Fitch divulgó un análisis en el que señaló que “El Salvador subestima las necesidades financieras en el Presupuesto 2022” y en el que sostiene que los pronósticos de ingresos para el otro año que maneja el gobierno “no son realistas”, pues no se apegan a las proyecciones de crecimiento del PIB, ya que calcula que el déficit podría estar más cerca de los $1,700 millones, lo cual dista de los $498 millones que afirma el gobierno.