Miguel Ángel Hernández ora en la tumba de su hija, Johana Eugenia, quien murió soterrada en el terremoto del 86.
Foto EDH/ Jonatan Funes
Johana tenía 6 años y se encontraba estudiando cuando sucedió la catástrofe
Foto EDH/ Jonatan Funes
Bertha de Hernández, madre de Johana, dice que prefieren venir este día a recordar y enflorar a su hija para evitar las aglomeraciones del 2 de noviembre.
Foto EDH/ Jonatan Funes
"Venimos a recordarla cada año"
Foto EDH/ Jonatan Funes
Los jóvenes que ofrecen limpiar las cruces y tumbas limpiaron la de Johana y su compañera Bertha
Foto EDH/ Jonatan Funes
Miguel Ángel Hernández y su esposa Bertha de Hernández llegaron bien temprano al cementerio de Panchimalco para enflorar a su hija que murió en el terremoto del 86
Foto EDH/ Jonatan Funes
Foto EDH/ Jonatan Funes
"En el 86 fue el último beso que me dio mi niña"
Las niñas fueron enterradas juntas. En vida eran amigas, vecinas y compañeras de estudio.
Foto EDH/ Jonatan Funes
Un agente del CAM permanece en la entrada del cementerio de Panchimalco
Foto EDH/ Jonatan Funes
Esta tumba tenía banderas de El Salvador en vez de flores
Foto EDH/ Jonatan Funes
Foto EDH/ Jonatan Funes
Dora de González, de 71 años, acordona la tumba donde descansa su esposo, suegra y cuñada en el cementerio de Santa Tecla. "No es que sea una tradición, es un recuerdo de amor por todo lo que ellos fueron con nosotros en vida y esperamos un día estar con ellos"