En un emocionante encuentro disputado en Atlanta, los Bravos le dieron vuelta a un 0-2 en las últimas entradas y se impusieron por 3-2 para quedar a un pasito de tocar el cielo, de coronarse como los campeones de las Grandes Ligas.
Hasta la sexta entrada, todo era controlado por los Astros de Houston, que buscaban empatar la serie a dos triunfos por bando en el cuarto encuentro.
Sin embargo, Austin Riley, Eddier Rosario, Dansby Swanson y Jorge Soler aparecieron en el momento justo para dar la voltereta.
Apenas en la primera entrada, Carlos Correa pegó un batazo para ser el quinto jugador nacido en Puerto Rico con 10 o más carreras impulsadas en unas finales de MLB cuando mandó a José Altuve a la caja registradora. Se unió así a Bernie Williams, Jorge Posada, Yadier Molina y Sandy Alomar en la historia.
En la lomita, dominaba con tranquilidad Zack Greinke a los Bravos, quien lanzó cuatro entradas completas, permitió cuatro imparables, pero ninguna carrera, y recetó tres ponches.
En esa misma entrada, poco antes, Altuve pegó un vuela cerca por todo lo profundo del campo central para poner cartones de 0-2 y comenzar la fiesta.
Pero era muy temprano aún. Llegó después el relevista Ryne Stanek para sacar los siguientes tres outs, y comenzaron los problemas, cuando aparecieron Brooks Raley y Phil Maton.
En la sexta, Raley pichaba cuando Eddie Rosario le conectó doblete. Luego caminaron a Freddie Freeman. Relevó Phil Maton en el lanzamiento, y a este, Austin Riley le pegó un sencillo por el campo izquierdo para que Rosario anotara la del descuento.
Luego, en la séptima, con Cristian Javier en la lomita, Dansby Swanson pegó un jonrón por el centro para empatar las cosas. E inmediatamente después, Jorge Soler pegó otro vuela cerca para darle vuelta a las cosas antes del relevo de Ryan Pressly, pero el daño ya estaba hecho.
Luego, en la octava, con Luke Jackson lanzando para los Bravos, todo iba bien. Dominó a Aledmys Díaz, y luego a Martín Maldonado.
Apareció en la caja registradora al bateo José Altuve, quien le pegó de lleno a la bola, que parecía que pegaría en la esquinita, o se iba, pero la mano salvadora de Eddie Rosario evitó el imparable.
Para la novena, para cerrar y asegurar el apretado triunfo, quién más sino Will Smith a la lomita. Dominó a Michael Brantley, sacaron a Alex Bregman en segunda, y luego, un roletazo de Yordan Álvarez murió en la primera para el gran triunfo de los Bravos por 3-2, y para poner cartones de 3-1 en la Serie Mundial. Hoy, los Bravos podrían coronarse si vuelven a ganar.