Son dos amplias áreas las que la Policía y Fiscalía han acordonado con el propósito de recuperar cadáveres de personas que han sido asesinadas y enterradas en el sector conocido como Finca El Guarumal, ubicada en el cantón El Limón, del municipio de Colón, departamento de La Libertad.
Del primer perímetro ya han recuperado cinco cuerpos, según fuentes policiales que hablaron a condición del anonimato. De manera oficial, tanto fiscales como policías no aportan datos porque “no están autorizados”; si lo hacen, se exponen a sanciones. Los jerarcas de ambas instituciones les han ordenado silencio.
Del segundo perímetro acordonado y custodiado por policías, los trabajos de excavación aún no comienzan. Una agente policial que es parte de los custodios dijo que aunque fuera en un año, pero se iba a excavar para recuperar los cuerpos.
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Mientras tanto, lugareños que han tenido la oportunidad de que les permitan el paso a través de la cinta amarilla, aseguran que son un montón de hoyos los que han abierto en el primer perímetro, que está a pocos metros de la cancha de fútbol de Nuevo Lourdes y la calle de tierra que lleva hacia la comunidad Santa Fe El Guarumal.
Todas esas tumbas clandestinas contienen restos de personas privadas de libertad y luego asesinadas por miembros de la pandilla 18 Revolucionaria, que es la organización terrorista que ejerce control en el gran parte de los cantones El Limón, Lourdes, El Capulín y Hacienda Nueva; todos al sur poniente del municipio de Colón.
La finca El Guarumal es, por así decirlo, el patio trasero de las urbanizaciones Villa Lourdes, Nuevo Lourdes y parte de Campos Verdes. En estas tres urbanizaciones, es la pandilla 18 Revolucionaria la que ejerce control.
Porque el control territorial allí es de la pandilla. Y sus habitantes obedecen el código de ver, oír y callar para no convertirse en desaparecidos o tener que abandonar sus casas al ser amenazados.
Cementerio desde el 2013
El pasado 18 de octubre, Policía y Fiscalía informaron que habían encontrado un cementerio clandestino en el cantón El Limón; luego dijeron que habían recuperado tres osamentas.
Pero eso para los habitantes de ese cantón y de las urbanizaciones Villa Lourdes, Nuevo Lourdes y Campos Verdes ya no es algo que les extrañe.
Eso viene sucediendo desde hace casi una década.
Tan solo en el 2013, en diciembre de ese año, autoridades fiscales y policiales aseguraron haber recuperado 28 cadáveres, todos enterrados en la finca El Guarumal, donde también está la comunidad Santa Fe El Guarumal, un vecindario de gente pobre, de calles de tierra y donde la mayoría de viviendas está construida de láminas; techo y paredes.
De esos 28 cadáveres recuperados en el 2013, las autoridades no informaron nada sobre las identidades de las víctimas; no dijeron si algunas fueron identificadas y entregadas a sus familias o fueron sepultadas legalmente en fosas comunes.
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El 16 de septiembre de 2016, la Fiscalía informó en su cuenta de Twitter: “Fiscales de la Unidad de Vida trabajan en la escena de un presunto cementerio clandestino, en la entrada a la Residencial Villa Lourdes, Cantón Guarumal. Podría haber seis cuerpos”.
De las identidades de esas víctimas tampoco se supo nada más.
Las autoridades suelen retirar los restos humanos hacia Medicina Legal y luego ya no se sabe más.
Muchas personas llegan a los lugares con la esperanza de que el familiar desaparecido esté en esa tumba clandestina.
A finales de enero de este año, a pocos metros de uno de los perímetros acordonados esta semana en la finca El Guarumal, fueron encontrados los cadáveres de dos jóvenes que por meses permanecieron como desaparecidos.
Entre esas víctimas estaba Diego Sibrián, de 22 años, quien trabajaba como repartidor de un restaurante de comida rápida.
Sentíamos el hedor pero no pensamos que fueran ellos
Para quienes viven o transitan por las calles o veredas de la finca El Guarumal no les es extraño sentir olor a carne podrida o ver tierra removida en medio de los matorrales.
Cuenta un lugareño que a finales del año pasado, él pasaba por una vereda cercana a donde semanas después encontraron enterrados los cadáveres de los dos jóvenes empleados de un restaurante de comida rápida.
“Cuándo pasábamos por allí donde hallaron a los dos muchachos, yo sentía el olor a carne podrida, pero nunca imaginé que fueran ellos”, relató un campesino, que suele caminar por los caminos que lo llevan hacia sus cultivos.
En El Guarumal las personas saben que no deben andar escarbando muy profundo para no encontrarse huesos.
“Uh, si aquí por todo eso hay gente enterrada; lo que pasa es que uno no sabe por qué no buscan más sino que solo donde les dicen”, afirma un lugareño, quien bromea al decir que por el momento, el lugar no es peligroso porque los muchachos solo de noche salen debido a la presencia de policías y soldados, y que el mayor peligro puede ser que pise una tumba clandestina. “Pero no se preocupe, no se va a ir más allá de la rodilla”.
Silencio policial
Este miércoles, El Diario de Hoy intentó obtener información sobre estos cementerios clandestinos consultando al jefe de la delegación La Libertad Norte, comisionado Marco Tulio Lima, sin embargo fue imposible pues en las dos ocasiones que se visitó la referida delegación, dijeron que estaba en reunión y que no sabían a qué hora terminarían.
De igual forma se intento contactarlo vía telefónica, pero no respondió.
Así también, un fiscal que dijo estar a cargo del procedimiento de recuperación de cadáveres dijo que no estaba autorizado para dar información a los periodistas.