¿Es correcto derribar el edificio de la Biblioteca Nacional de El Salvador?

Un escudo de la UNESCO colgado en la fachada del edificio ha centrado el debate por el silencio que mantiene el Ministerio de Cultura, tras la alerta de expertos que adviertieron la improcedencia de la demolición total del inmueble.

El edificio actual será destruido pese a que especialistas niegan que tenga daños severos. Video EDH / Eduardo Alvarenga.

Por Eduardo Alvarenga

2021-10-08 6:00:01

El anuncio de la ejecución de un proyecto de $54 millones, donados por China, con el cual se construirá un nuevo edificio que albergue la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), a mediados de 2021, despertó la alarma de especialistas en bienes culturales y de valor arquitectónico.

La discusión se centra en que el edificio, inaugurado en 1962, donde inicialmente funcionó el Banco Hipotecario, no debe ser derribado. Los expertos señalan dos grandes razones: su valor histórico y cultural, y la falta de sustento de la versión gubernamental de que la edificación está suficientemente dañado para no repararlo.

De la primera razón, el valor histórico y cultural, se ha enfatizado sobre el hecho de que el edificio es parte de un circuito de construcciones con el escudo azul de la UNESCO. Según la Enciclopedia colaborativa en la red cubana (Ecured), el escudo azul es utilizado para “identificar los asentamientos culturales protegidos por la Convención de la Haya para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado”.

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Tomando como base esta definición, el arquitecto Rafael Tobar, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad José Matías Delgado, asegura que “se ha generado un rumor sobre esto, porque la protección de la UNESCO atañe específicamente a situaciones de conflictos armados”, aclara el arquitecto.

El escudo azul de la UNESCO está ubicado en la fachada de ese edificio por su valor cultural. Foto EDH / Eduardo Alvarenga

Sin embargo, Tobar advierte que sí existen otras razones por las cuales el edificio sí tiene una importancia histórica, suficientes para no botarlo. “Es el primero que se construyó en acero estructural con un lenguaje modernista y cuenta con las primeras gradas eléctricas que vinieron al país. Eso es lo que le da valor en la historia de la arquitectura salvadoreña”.

Para el arquitecto, este hecho es importante y debería ser valorado para conservar el inmueble. Dentro de este edificio, en la terraza de la cuarta planta, un mosaico hecho por el reconocido pintor salvadoreño Carlos Cañas, también forma parte de las joyas que embellecieron el lugar, hasta ahora, el Ministerio de Cultura no ha informado si será rescatado.

Además del reconocimiento de la UNESCO y la protección de este edificio para casos de conflictos armados, el edificio de la Binaes fue declarado patrimonio cultural de El Salvador, por el Decreto Legislativo Nº 680, de 2008.

La nueva construcción abarcará toda la manzana. Foto EDH / Eduardo Alvarenga

Confusión sobre estado actual
El segundo argumento, de que la razón por la que se botará el actual edificio es porque está dañado, no hay sustento, según explicó Tobar. “Hubo un manejo errado de la información, el edificio no tiene bandera roja, ni naranja”.

La primera noticia de este proyecto se anunció en 2019, en los primeros meses del actual gobierno, cuando el presidente Nayib Bukele fue en misión oficial a Japón y China. La visita más fructífera fue la de China y se anunció la cooperación del país asiático para levantar una nueva biblioteca y un nuevo estadio de fútbol, del cual se desconocen mayores detalles sobre cuál será su localización e inicio de la obra.

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El pasado 3 de octubre, el presidente Bukele tuiteó un hilo con detalles de la nueva construcción. Dentro de ellas, la justificación escueta del derribo del edificio actual fue “¿Por qué esa locación? (...) Porque el actual edificio es de 1950 y está dañado”, se contestó el mismo mandatario.

Desde agosto del presente año, varias voces saltaron a advertir sobre el valor del inmueble y contradecir la versión del gobierno sobre la condición del mismo. Un grupo de más de 100 arquitectos envió una carta a la ministra de cultura, Mariemm Pleitez, con la solicitud de una reunión para aclarar por qué era necesario derribar el edificio actual.

En dicha carta, que también fue mandada a la comisión de cultura de la Asamblea Legislativa, los arquitectos recomendaban “se evalúe otras opciones para construir la nueva biblioteca sin necesidad de demoler el edificio actual”.

En este espacio de la terraza es donde estaba el mosaico del pintor salvadoreño Carlos Cañas. Foto EDH / Eduardo Alvarenga

Hasta la fecha, según explica Tobar, quien fue uno de los arquitectos firmantes, no se recibió ninguna respuesta del Ministerio de Cultura, ni de la comisión legislativa.

En 2019, una resolución del Ministerio de Cultura otorgó reconocimiento de Interés Social Cultural al edificio de la Binaes y determinó que una nueva construcción se debía mantener en la misma ubicación, además de ampliar su espacio a toda la manzana. Esto implicó la compra de algunas propiedades posteriores a la biblioteca y el área donde aún funcionaba un Banco Hipotecario.

En 2001, tras los terremotos de ese año, una comisión evaluadora que incluía el Ministerio de Obras Públicas y la Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos y la Federación Salvadoreña de Ingenieros, Arquitectos y ramas afines, clasificó el edificio con bandera verde.

A criterio de Tobar, si bien es cierto que el edificio posee daños, estos podrían ser reparados porque son superficiales. “Lo que está pasando aquí es que, el pobre Ministerio de Cultura no está empoderado de lo que le toca. En la medida que uno escucha las opiniones de todos los especialistas, así es como los proyectos quedan mejor”, apunta el arquitecto.

Según información publicada por el presindente en el hilo de Twitter del pasado 3 de octubre, el diseño del nuevo edificio está inspirado en los “volcanes de nuestro país, el arrecife y las olas”. Además, estuvo a cargo del Instituto de Diseño Arquitectónico de Zhongnan (CSADI), por el arquitecto Lei Wei. El nuevo inmueble contará con siete pisos, los cuales incluirá un auditorio.