El CEO y presidente de la farmacéutica Pfizer dio buenas noticas de cara al alza de contagios por covid-19 en el mundo afirmando que prevé la pandemia llegue a su final.
Aunque empleó un tono burlesco aseguró “Dentro de un año creo que podremos volver a la vida normal” durante una entrevista para el canal televisivo de ABC; sin embargo, el experto advirtió: “No creo que esto signifique que las variantes no seguirán llegando, y no creo que esto signifique que podamos vivir nuestra vida sin tener vacunas. Pero eso está por verse”.
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Estas predicciones son muy similares a las que realizó el director ejecutivo de la farmacéutica Moderna, Stéphane Bancel, quien brindo declaraciones para el diario suizo Neue Zürcher Zeitung, donde aseguró que las personas podrían reincorporarse a la normalidad aproximadamente “en un año”.
A pesar de los pronósticos alentadores por parte de las casas de los investigadores, Bourla que esta es una fecha posible para el final de la pandemia, pero no para que el virus desaparezca y señaló que para un regreso a la “vida normal” es indispensable que exista vacunación anual contra el virus, “El escenario más probable para mí es que, debido a que el virus se propaga por todo el mundo, seguirá habiendo nuevas variantes”, recalcó.
Los analistas señalaron “también tendremos vacunas que durarán al menos un año, y creo que el escenario más probable es la vacunación anual”. Por lo que el presidente de Pfizer añadió “no lo sabemos realmente, tenemos que esperar y ver los datos”.
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Las declaraciones de Bourla surgieron justo cuando diferentes países están aprobando la aplicación de una tercera dosis del fármaco contra el covid-19.
Esto ha generado opiniones encontradas y la resistencia que ha mostrado la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante las declaraciones de varios países para aplicar la tercera dosis del fármaco contra el coronavirus a sus ciudadanos y sobre todo al personal que se encuentra trabajando en primera línea esto como medida para generar un refuerzo contra la enfermedad.
La crítica está directamente relacionada a que muchos países pobres no han tenido acceso a la vacuna, pues no han logrado llegar ni siquiera al 10 % de población inmunizada totalmente, aunque hay otros que ni siquiera han empezado a vacunar, mientras que los países más ricos del mundo ya alcanzan 50 %, 60 % y hasta 70 % de inmunidad colectiva.
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Por esto la OMS considera inaudito que diferentes naciones sigan acaparando los sueros debido a que en múltiples ocasiones ha mencionado que no ve necesaria una tercera dosis de la vacuna, ya que los dos pinchazos han mostrado un alto grado de efectividad para evitar la muerte y la hospitalización por síntomas graves.