Números que crecen y preocupan: ocho mujeres no sobrevivieron al parto en 2019, según un informe del Hospital Nacional de la Mujer para ese año; pero esa cifra se disparó a 24 en 2020, en un fuerte incremento en la mortalidad materna, denunciado este miércoles por miembros del Foro Nacional de la Salud (FNS), organización civil que vigila la calidad de los servicios a pacientes en todo el territorio salvadoreño, dentro de la red pública, así como las condiciones en que el personal sanitario labora.
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"A pesar de que este año (pasado) hubo una caída de atenciones desde el inicio de la pandemia, a nivel nacional en 2020 las muertes maternas aumentaron en un 70.36%, en comparación con 2019", expresó el FNS a través de un comunicado; y consideró que un punto clave que ha provocado este incremento mortal es "el descuido de los hogares de espera materna", donde son atendidas y puestas en control las mujeres en embarazo, incluso meses antes de dar a luz.
Dichos hogares de espera materna formaban parte de la administración de salud del Gobierno anterior, pero no han sido reforzados por la administración Bukele, sino al contrario, según señaló el FNS en conferencia de prensa.
Gloria Cruz, miembro del FNS, explicó que en este 2021 las muertes maternas no están bajando, sino que mantienen una preocupante alza: "En datos preliminares de enero a junio 2021, ya van 20 muertes para este año. Sigue la misma tendencia, y eso es preocupante", pues todo apunta a que va a crecer la cifra de 24 mujeres fallecidas el año pasado mientras daban a luz.
Cruz se refirió a la recientemente aprobada Ley Nacer con Cariño, abanderada por el despacho de la Primera Dama, Gabriela de Bukele, y que contó con apoyo de la bancada oficialista en la Asamblea Legislativa. El problema con lo que establece esta ley, argumentó Cruz, es que implica una sobrecarga en el personal que ya atiende en los hogares de espera materna, pues el Gobierno no ha contratado profesionales nuevos, sino que ha dejado en manos del personal existente el programa de estimulación infantil y los bancos de leche materna.
"Solo el recibir a una mujer embarazada y darle control de gineco-obstetricia, sus ultras, y llevarlas al hospital, lleva su tiempo. Se puede descuidar esa parte donde había mucho avance, y que había logrado reducir la mortalidad materna en el país", señaló la profesional de la salud.
El FNS señaló también una realidad que la Ley Nacer con Cariño pretende dejar de lado: "Lamentablemente, la ley no aborda la realidad de niñas y jóvenes que son víctimas de violencia sexual. Es imposible hablar de un nacimiento con cariño si la madre ha sufrido una violencia sexual".
Además, "durante el primer semestre del 2021 se reportan 6,938 niñas y adolescentes embarazadas, entre las edades de 10 y 19 años", una realidad que choca con la calidez que busca asegurar la Ley Nacer con Cariño en cada parto, cuando se trata de personas que enfrentan un embarazo sin la madurez emocional y física adecuada.