A pesar que El Salvador es tan pequeño, aún resguarda una impresionante variedad de lugares que cautivan a todo aquel que los descubre, especialmente si estos hacen un contacto directo con la madre naturaleza. Uno de esos destinos son las Siete Cascadas, que se encuentran ubicadas entre los frescos cafetales y la diversidad de vegetación del cantón La Unión, municipio de Juayúa, en Sonsonate.
Este paraíso posee uno de los conjuntos de caídas de agua más increíble y hermoso del país, cuyas aguas cristalinas bañan las tierras fértiles de Juayúa, mientras la flora y la fauna se aprecian en su máximo esplendor.
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Fueron los habitantes del cantón La Unión quienes hace siete años aproximadamente decidieron promoverlas como destino turístico, para que nacionales y extranjeros pudieran disfrutar de las refrescantes aguas que ahí corren.
Por esa razón, crearon la Asociación de Guías Turísticos, la cual está conformada por jóvenes y adultos que se han capacitado y certificado por el Ministerio de Turismo, para brindar recorridos a los visitantes.
Además, dentro de la Asociación existen activistas ambientales que tienen como fin principal proteger el ecosistema y los recursos naturales que resguarda el área, por lo que ofrecen un lugar seguro y limpio para los turistas.
Según Juan Pablo López, “la Asociación se creó con el objetivo de alejar a la juventud de los grupos delincuenciales y así, buscar para ellos una forma de sobrevivir, una alternativa de trabajo y contribuir al desarrollo de su comunidad”.
Son aproximadamente entre 2 a 5 horas de caminata la que los turistas tienen que realizar para llegar a las cascadas el Bebedero, el Arcoiris, La 98, la Cara de mono, el Bejuco, el Baño de barro y la Escarlata. Entre subidas y bajadas se encontrarán con una abundante vegetación y disfrutarán del canto de las exóticas aves que habitan el lugar.
Cada salto de agua tiene su peculiaridad, incluso poseen una magia inigualable. Por ejemplo, al llegar a la cascada del Baño de barro, los turistas tienen que hacer un ritual, el cual consiste en colocarse barro sobre su cuerpo para poder sanar imperfecciones, según afirmó Juan Pablo.
Y para aquellos que disfrutan las aventuras extremas, este es el lugar perfecto, pues la cascada Escarlata se puede escalar. Son aproximadamente 30 metros de altura que las personas tendrán que subir, mientras son bañados por las frías y deliciosas aguas.
Por ello, los guías recomiendan a los turistas vestir ropa cómoda, calzado adecuado, portar agua, tener excelente resistencia y, por supuesto, ganas de pasarla bien junto a amigos y familiares.
“Este es el tour de Las Siete Cascadas, pero si las personas ponen atención, no verán siete, sino once; sin embargo, le llamamos así porque solo siete son las más fluyentes, y las más altas”, explicó Vanessa López, de 22 años, la más joven de las guías.
Por su parte, Lían, aventurero australiano que visitó el pasado 16 de septiembre este paraíso, afirmó que ha recorrido más de 100 países y, por supuesto, muchas cascadas, pero ninguna de ellas lo habían cautivado tanto como las que posee Juayúa.
“Visité 100 países y muchísimas cascadas en mi vida y hoy es un día muy maravilloso e increíble, porque este sitio es hermoso, no hay mucha gente y eso me ha cautivado. Por eso, es mi día favorito en El Salvador”, agregó el australiano.
Además, los habitantes ofrecen un tour al asentamiento de los pueblos indígenas, en donde trece comunidades autóctonas de Juayúa reciben con alegría a los visitantes, para darles un tour por sus asentamientos, mientras relatan un poco de su historia, cultura y tradiciones.
Para los interesados en disfrutar este recorrido pueden contactar a los guías turístico a través de su Fanpage La U Eco-Tour 7 Cascadas o al número telefónico 7647-2802. Además, los pueden encontrar en los alrededores del parque central de Juayúa, en donde ofrecen más información del recorrido.
