Ninguna otra reina de belleza salvadoreña había dado tanto de qué hablar como Alejandra Gavidia, la actual Miss Universo El Salvador. Tras su coronación, en julio pasado, se hicieron públicos algunos detalles relacionados con su vida, los cuales no han dejado de sorprender a muchos.
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La joven de 25 años, no solo ha llamado la atención por ser una amante de la moda, sino también por revelar que es asexual, es decir, que no siente ningún deseo sexual para con otra persona, y que es activista pro derechos de la comunidad LGBTTTIQA+. También ha sorprendido (y ha sido criticada) por emitir comentarios a favor de la reelección presidencial consecutiva en El Salvador, una acción que va en detrimento de la democracia.
Tras cosechar admiración por parte de unos y señalamientos en su contra por parte de otros, ahora Alejandra sorprende con otra revelación: asegura que sufría de dismorfia corporal, un trastorno obsesivo que consiste en una preocupación fuera de lo normal por algún defecto, ya sea real o imaginado, percibido en las características físicas propias.
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Fue en sus cuentas de Twitter e Instagram donde Alejandra hizo tal revelación.
“Por mucho tiempo he sufrido de #dismorfiacorporal algo que me detenía de muchas cosas, cómo usar un bikini. Fue hasta el año pasado que usé un bikini por primera vez. No tengo fotos de ese día porque todas las borré. No volví a usar uno hasta meses antes del certamen del Reinado”, expresó en Instagram.
Según la reina de belleza, mostrarse en traje de baño en el concurso de belleza nacional fue un logro muy importante para ella.
“Desfilar en bikini durante la competencia fue un logro para mí. Y aunque en mi cabeza a veces pasaban comentarios un poco desalentadores, estoy orgullosa de haberlo logrado. Así que por si alguien necesita leerlo: ¡Ponte ese bikini!”, escribió la beldad salvadoreña junto a serie de fotografías donde luce un traje de baño azul de dos piezas.
Cabe señalar que Alejandra también ha comentado en más de una ocasión que hasta 2017 sufría de sobrepeso y que su deseo de perder volumen la orilló a comer muy poco, a contar calorías y hacer muchos desordenes que lastimaban su salud física y mental.