Pocas horas después de que miles de ciudadanos celebraran la independencia como una fiesta cívica, manifestándose contra los abusos de poder, Nayib Bukele dio un discurso en el que buscó restar importancia a las multitudinarias y coloridas protestas.
Acuerpado por un batallón de militares y ante miembros del cuerpo diplomático y un puñado de funcionarios públicos, Bukele lanzó una reprimenda a la comunidad internacional, a la que acusó de “financiar a la oposición”, la cual calificó de “perversa”, y dijo que no permitirá injerencia de ningún tipo.
Lejos de atender las causas que llevaron a miles de personas a las calles, Bukele eligió criticarles y deslegitimar las acusaciones de que está instaurando un régimen autoritario en El Salvador.
“¿Cuál dictadura?”, dijo Bukele y cuestionó a los embajadores presentes, puesto que algunos de los países que representan han condenado abusos y la concentración de poder del gobierno actual.
Bukele destacó que no hubo presencia policial en las protestas de ayer y resaltó que “aún” no utilizan gas lacrimógeno contra los manifestantes. Segundos después, enfatizó la palabra “aún” y dijo a los embajadores que no se sabe si financiarán tanto a la oposición que va a ser necesario utilizarlo.
Bukele atacó a quienes manifestaron por destruir propiedad pública y privada, pese a que hay numerosos signos que muestran que hubo infiltrados en las protestas, que no supieron decir a quién representaban y que algunos de ellos recibían insumos de un vehículo que ya ha participado en entrega de paquetes alimenticios del gobierno.
Reforma de pensiones
En su alocución, Bukele anunció que presentará dentro de 30 días un proyecto de reforma previsional para incrementar el pago de las pensiones a los salvadoreños, aunque no detalló de qué trata la iniciativa.
Asimismo, dijo que están próximos a iniciar obras como el nuevo estadio nacional, el aeropuerto de oriente, un nuevo hospital en Nejapa, así como la remodelación total del hospital Rosales.
También ofreció próximamente la Ley de Agua.
Masivo rechazo ciudadano al gobierno de Bukele
La del 15 de septiembre fue la manifestación más multitudinaria en rechazo al Gobierno desde que Bukele llegó al poder en 2019. Las masivas protestas se llevaron a cabo para exigir al Ejecutivo la restitución del Estado de Derecho y la democracia del país, que consideran están siendo violentadas con las decisiones de abuso de poder que están siendo apoyadas por la Asamblea Legislativa liderada por el oficialismo.
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“No tenemos miedo”, “Ninguna dictadura borrará nuestra memoria” y “Basta de abusos” fueron algunos de los mensajes en las pancartas que los salvadoreños portaron en la masiva marcha.
Los manifestantes mostraron su rechazo al uso del Bitcoin, la reelección presidencial, las reformas a la Constitución de la República y contra las modificaciones a la Ley de la Carrera Judicial, temáticas que mantienen en la mira la situación del país en el ámbito internacional.
También participaron movimientos a favor de los derechos de las mujeres para hacer conciencia de la situación de violencia y casos sin resolver que continúan impunes en El Salvador.

También, el masivo rechazo de la ciudadanía en las calles se dio en medio de cuestionamientos por el millón de dólares que le aprobaron al Ejecutivo los diputados oficialistas para los actos alusivos a los 200 años de Independencia.
Los legisladores de oposición señalaron que el dinero no se ha usado ni tampoco se ha informado sobre las actividades que se iban a desarrollar en el marco de la celebración patria.
El fondo fue distribuido en distintas carteras de Estado, entre ellas, el Ministerio de la Defensa, la Presidencia de la República y el Ministerio de Gobernación, entre otros, para que realizaran los eventos alusivos al Bicentenario de Independencia.
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