Josefina García de 66 años, sostiene los juguetes de su nieto que perdió la vida al ser arrastrado por una corriente del río Cuisnahuat, Sonsonate.
Foto EDH/ Rene Quintanilla
Los menores fueron identificados como Enmanuel, de 8 años, quien era hijo de la fémina; Nancy, de 15, y sobrina de la adulta; y su hijastra Nicolle, de 10.
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Consuelo Beatriz Patrocinio García, de 30 años, llegó al río Pululuya, en el caserío El Palmar, de Cuisnahuat, en Sonsonate, para lavar la ropa de su compañero de vida, a quien visitaba cada ocho días.
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Nancy, de 15, y sobrina de la adulta; y su hijastra Nicolle, de 10.
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Tres de las víctimas están siendo velados en San Julian, mientras que la cuarta víctima en Cuisnahuat, Sonsonate.
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La sepultura de los cuerpos está programada para el martes.
La madre de Nancy, Rosa Patrocinio, relató que le pidió a su hermana que no se llevara a su niña; pero no le hizo caso.
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“Amor, no vayas, quédate aquí, te haré sopa de pollo; pero no vayas”, fue la súplica de la fémina a su hija quien no acostumbraba ir con su tía a visitar a su compañero de vida.
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Los lugareños relataron que durante el verano el río Pululuya casi se seca, pues a las personas les cuesta obtener agua; sin embargo, en el invierno su caudal crece al punto de representar peligro.
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