Para el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, la democracia en El Salvador está en una etapa de “cuidados intensivos”, la compara como una enfermedad mortal que estaría ya en “la etapa final”; sin embargo, cree que aún hay esperanza en que el gobierno rectifique y que la comunidad internacional acompañe al país para rescatar la democracia.
“El mundo nos acompañó para el proceso de paz y ahora nos acompañará en un proceso de rescatar la democracia, la auténtica democracia”, explicó a varios medios de comunicación este domingo.
De hecho, desde el 9 de febrero de 2020 las organizaciones internacionales que velan por los derechos humanos y otras vinculadas al respeto de la jurisprudencia tienen sus ojos puestos en El Salvador y con mayor énfasis tras el primer golpe a la Constitución del 1 de mayo de 2021 con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General.
Cardenal lamentó que las últimas acciones que ha realizado el gobierno en contra del Estado de Derecho y violaciones a la Constitución se hayan perpetrado en un mes cívico, en el mes que El Salvador celebra 200 años de su Independencia Patria.
“Estamos en el mes de la Patria, el mes de la independencia, un mes de júbilo generalmente en el país, deberíamos estar gozosos, jubilosos e ilusionados, pero hoy estamos preocupados”, lamentó Rosa Chávez.
Según el Cardenal hay dos frases que están siendo debilitadas en este momento, el “Estado de Derecho” y el debido proceso tras las reformas a la Ley de la Carrera Judicial y la resolución emanada de la Sala de lo Constitucional impuesta por el Ejecutivo en contubernio con la bancada oficialista en la Asamblea.
“Compartimos la visión que debemos respetar la Constitución que no permite la reelección inmediata, pero ¿qué pasó? se erosionó el Estado de Derecho y el debido proceso. Si estos no se cobijan podrán pasar cosas peores en el futuro, conviene verlo con lucidez, sentido patriótico y con responsabilidad”, recomendó.
Ahora ya nadie puede estar seguro que obtendrá una justicia verdadera asumió Rosa Chávez, ante la destitución de decenas de jueces ordenada desde el Ejecutivo y avalada por la bancada oficialista, que manda al retiro obligatorio a todos los jueces mayores de 60 años o que hayan laborado 30 años en el Órgano Judicial, bajo el pretexto de que con esa medida están combatiendo la corrupción.
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“¿Con qué intención? Ciertamente la justicia tiene que ser independiente ¿quién se siente ahora seguro ante una acusación, a ser juzgado con justifica, nadie se siente seguro, porque la balanza no está ecuánime, está sesgada y eso no es bueno para un país”, expresó el Cardenal.
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