Al alto costo de las materias primas y los fletes que ya enfrentan las empresas del sector plástico en el país, se suma una nueva dificultad, esta vez relacionada a la excesiva burocracia para importar sus productos.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Salvadoreña de la Industria del Plástico (Asiplastic), Ricardo Morán, los trámites para ingresar sus productos al país están demorando más de 21 días debido a que la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) no emite con rapidez los visados de factura con los que se certifica que la materia prima no es tóxica o explosiva.
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Según Morán, una vez que el barco llega a los puertos de Guatemala no logran traer y descargar los contenedores en el tiempo permitido, pues deben esperar estos visados de factura.
Normalmente tienen entre 7 y 10 días permitidos para mantener su mercadería en los buques, pero pasado ese plazo tienen que comenzar a pagar $150 por día en recargos por demora a las empresas navieras.
“Ellos no perdonan”, dijo Morán, refiriéndose a las empresas navieras.
Este periódico consultó a la Dirección Nacional de Medicamentos los motivos por los cuales podría estar ocurriendo un retraso en sus procedimientos, pero al cierre de la nota no había respuesta de la oficina de comunicaciones de dicha institución. Incluso se envió las preguntas a través de esa oficina, las cuales no fueron respondidas.
Materia prima y fletes más caros
Esta tramitomanía se suma a los problemas que enfrenta el sector de plásticos desde hace varios meses y que los ha llevado a trasladar el precio a muchos productos para el consumidor final.
Por ejemplo, la tonelada métrica de resina (materia prima del plástico) ha pasado de un costo de $1,100 a $1,300, mientras que el costo de los fletes ha pasado de $3,000 o $4,500 a costar $20,000 o más, lo que significa un aumento del 500 %.
“Esto golpea fuertemente a nuestra estructura de costos”, afirmó Morán.
Y por si fuera poco, el aumento de hasta un 14 % en la energía eléctrica que consumen para su industria también les está pasando factura.
Y por lo visto no hay posibilidades de que la situación mejore, señalan.
“La industria del plástico prevé nuevas alzas en los precios de los productos finales pues continúan al alza los precios de la resinas, los fletes y también estamos asumiendo un mayor costo de la energía eléctrica”, destacó Morán.
Esto impactará inmediatamente en sus ventas tanto a nivel local como en la región.
Según datos del sector, al comparar las exportaciones de los últimos dos años (2019 y 2020) han visto una caída de un 5%, lo que representa $21.2 millones menos.
Sin embargo, Morán destacó que no han tenido despidos en esta industria, por el contrario, entre 2019 y 2020 han contratado a 434 personas más, pues pasaron de 7,848 trabajadores a tener 8,282. Eso significó una erogación de pagos en salarios de $641.1 millones el año pasado, es decir $27.9 millones más que en 2019.
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