Balón de oro en el mundial Sub 17 de 2005, donde quedó subcampeón tras perder con México, Anderson Luis de Abreu Oliveira, conocido solamente como Anderson, estaba llamado a ser un astro del fútbol.
Derrochaba calidad en la cancha y llegó a ser figura de equipos importantes de Brasil, como Gremio, Internacional de Porto Alegre y Curitiba, pero ahora se enfrenta a 10 años de cárcel por un caso de lavado de activos.
Su buen paso por la Copa del Mundo juvenil lo llevó, también, a compartir vestuario con auténticas figuras del fútbol inglés como Wayne Rooney, Ryan Giggs, Robin van Persie, entre otros en el Manchester United entre 2007 y 2015, de donde pasó a la Fiorentina italiana y luego recaló en el Adana Demirspor turco para cerrar su carrera a los 31 años, en 2019.
En los siguientes años guardó un bajo perfil hasta hace unos días que el Diario brasileño Globo informó de ocho personas que están siendo investigadas por los delitos de hurto agravado, organización delictiva y blanqueo de bienes.
Según las autoridades, en la operación delictiva hubo una desviación de fondos de unos seis millones y medio de dólares con el uso de criptomonedas, en la cual está implicado el exjugador, quien aún no ha sido llamado a declarar, según su abogado, y aunque su participación no es clara aún, de ser encontrado culpable podría enfrentar una condena de diez años de prisión.