Por las calles y carreteras del país circulan 1,412,393 de automotores, según datos oficiales. Si esa cantidad de automotores se repartiera equitativamente entre las familias (1,871,468), significaría que ocho de cada diez familias poseerían uno.
Pero la distribución no es de esa forma y dentro de ese casi millón y medio hay un millón de vehículos particulares, más de 5,000 de alquiler, 500,000 motocicletas y más 12,932 vehículos propiedad del Gobierno, y así continúa el conteo.
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La lista de vehículos matriculados crece diariamente. El estimado mensual oscila entre 8,879.
Según los datos del Viceministerio de Transporte (VMT)en el departamento de San Salvador circulan 512,381 de automotores; la cifra no es de extrañar si tomamos en cuenta la cantidad de habitantes (2,750,000) y la concentración de actividad económica.
Las cifras también son importantes en los departamentos de la Libertad con 185,380 vehículos; 118, 852 en Santa Ana y 109, 727 en San Miguel.
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Las 10 departamentos restantes tienen un registro menor a 80,000 cada uno.
Por las calles y carreteras del país circulan 1,412,393 de automotores, según datos oficiales. Si esa cantidad de automotores se repartiera equitativamente entre las familias (1,871,468), significaría que ocho de cada diez familias poseerían uno.
Según los datos del Viceministerio de Transporte (VMT) en el departamento de San Salvador circulan 512,381 de automotores; la cifra no es de extrañar si tomamos en cuenta la cantidad de habitantes (2,750,000) y la concentración de actividad económica.
Las cifras también son importantes en los departamentos de la Libertad con 185,380 vehículos; 118, 852 en Santa Ana y 109, 727 en San Miguel.
Las 10 departamentos restantes tienen un registro menor a 80,000 cada uno.
Por las calles y carreteras del país circulan 1,412,393 de automotores, según datos oficiales. Si esa cantidad de automotores se repartiera equitativamente entre las familias (1,871,468), significaría que ocho de cada diez familias poseerían uno.
Pero la distribución no es de esa forma y dentro de ese casi millón y medio hay un millón de vehículos particulares, más de 5,000 de alquiler, 500,000 motocicletas y más 12,932 vehículos propiedad del Gobierno, y así continúa el conteo.
La lista de vehículos matriculados crece diariamente. El estimado mensual oscila entre 8, 879.
Según los datos del Viceministerio de Transporte (VMT) en el departamento de San Salvador circulan 512,381 de automotores; la cifra no es de extrañar si tomamos en cuenta la cantidad de habitantes (2,750,000) y la concentración de actividad económica.
Las cifras también son importantes en los departamentos de la Libertad con 185,380 vehículos; 118, 852 en Santa Ana y 109, 727 en San Miguel.
Las 10 departamentos restantes tienen un registro menor a 80,000 cada uno.
Antes de la pandemia, a mediados de 2019, el parque vehicular de El Salvador era de aproximadamente 1,200,000. En los últimos cinco años este creció a un ritmo aproximado del 8% anual.
Y en el lapso de lo que lleva la pandemia y según información del viceministro de Transporte, Saúl Castelar, la flota de vehículos ha crecido en 150,000 automóviles, comparado con la cifra del año 2020.
Pero quizá la cantidad de vehículos sea más alta en San Salvador porque el estudio “Nueva generación de modelos de transporte a través del uso de big data caso San Salvador”, realizado por el Banco de Desarrollo Interamericano (BID), informa que el parque vehicular es de 960, 000 y generan diariamente un estimado de 2,500,000 de viajes.
Ese estudio, publicado en 2020, también, detalla que la dinámica de la ciudad y el crecimiento del parque vehicular han comenzado a generar problemas de congestionamiento en diversos puntos, alcanzando en aproximadamente el 25% de la red vial, y en el cual los automotores circulan en velocidades inferiores a los 20 kilómetros por hora.
Malas noticias
Para el año 2022, el congestionamiento y el parque vehicular podría generar mayores inconvenientes para ingresar y salir de la capital.
De hecho, ya en la actualidad los congestionamientos en las entradas y salidas de la capital están a la orden del día, en las horas pico.
Arterías principales como el bulevar de Los Próceres, Los Héroes, bulevar Constitución y del Ejército, Avenida Jerusalén, Carretera Los Chorros siempre están en constante congestionamiento. La población que reside en el oriente y occidente del país y que labora en la capital deben tolerar y esperar hasta dos horas para ingresar a San Salvador, igual situación viven al regresar a sus residencias.
Saúl es un ahuachapaneco que trabaja en la capital y se traslada hacia su trabajo en transporte colectivo. Él comenta que el embotellamiento inicia desde el desvío de Opico, muchas veces ha tardado hasta dos horas transitar desde el Poliedro hasta Santa Tecla.
En afán de evitar perder muchas horas en el lento tráfico, Roberto, quien vive en la zona norte de San Salvador, pasa por el congestionamiento en la carretera Troncal del Norte y , además, sabe del índice delincuencial en el transporte público, decidió comprar vehículo para llegar más rápido a su empleo. El recorrido de 3 kilómetros lo realiza en 40 minutos, antes en el colectivo era de una hora con 30 minutos.
Según el BID, en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) transitan 162 rutas de transporte público, las cuales tienen aproximadamente 4,600 vehículos (buses y autobuses).
El arquitecto, Amílcar Martínez, experto en movilidad urbana, destaca que para agilizar la fluidez en la circulación se debe mejorar el transporte colectivo.
Además de apostar e invertir en modos de movilidad sostenible como caminatas o conducir bicicletas.
Sin embargo, lamentó que no haya partidas presupuestarias, “tampoco hay proyectos en las alcaldías. Tenemos mal estado de ciclovías y por tema de seguridad vial, la gente no se anima, la gente lo que quiere es conseguir un carro”, comentó.
Agregó que el actual servicio de transporte público no ayuda a descongestionar, “la gente siempre va preferir el vehículo privado porque no tenemos un sistema de transporte masivo eficiente, el Sitramsss en su momento debió serlo, pero no se concluyó”.
El especialista en movilización urbana detalló que los congestionamientos van en detrimento de la salud mental y física, es decir causando estrés.
“A nadie le gusta estar en tráfico, manejando largas horas... también en el aprovechamiento del tiempo. Sin dejar de mencionar, los problemas ambientales, la salud respiratoria, aumenta el sedentarismo e incluso la violencia en la calle. En vehículo privado y en el transporte público por cualquier cosa ya estamos pitando. Y se desata el caos por todos lados, esos son claros indicadores de que afecta la salud mental”, señaló Martínez.
Las autoridades de Transporte apuntan hacia una modernización del transporte colectivo a largo plazo, a pesar que es una de las principales alternativas para reducir la carga vehicular.
El ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, anunció que se construirá un transporte masivo en el área metropolitana de San Salvador, pero que actualmente se encuentran en estudio de factibilidad y diseño de ingeniería.
Cuando inició el proyecto del Sitramss, el Gobierno de turno contrató a una empresa para realizar el estudio de factibilidad del transporte masivo en el AMSS.