El dios del tiempo, dando y arrebatando el amor

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La afición del Platense celebró con todo el gol de Juan Camilo Delgado. Foto EDH / Menly Cortez

Por Carlos Balaguer

2021-08-22 5:03:05

El tiempo de amar pasa en nosotros sin sentir, como un filme o leyenda fugaz, dejándonos tan sólo la huella de su feliz eternidad. En otras, el mismo tiempo hace que el amor, tristemente, se vaya de paso. “El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor” reza el dicho. Einstein, teórico de la relatividad del tiempo, ejemplifica con sorna: “Si un enamorado está con su novia, cinco minutos le parecerán un segundo; en cambio, si está sentado sobre una plancha caliente, le parecerán una eternidad”. ¿Qué nos deja o se lleva el amor? O, mejor dicho ¿Qué nos da o nos arrebata del amor el dios del tiempo? Deja lo que fue verdad; se lleva lo que fue tan sólo ilusión. La unión carnal es la conjunción de dos seres que, amándose, tratan de ser, por unos instantes, uno solo. Triste animal es el hombre después del orgasmo, decían los griegos. “¡La carne está triste, ay!”, exclama Mallarmé por su parte. Porque eros y dolor son parte de un mismo episodio. En la región del cerebro los receptores del placer y del dolor están uno junto al otro. Por ello Anatole France escribe: “Toda unión sexual es un signo de muerte; si hubiéramos de vivir por siempre, no conoceríamos el amor”. Al final de todo, el amor es el precio de una eterna ilusión. <“La Felicidad es Cuento” C. Balaguer-Amazon>