El irrespeto deshumaniza

Los delincuentes irrespetan las leyes y por eso son juzgados. Modificar nuestro Escudo Nacional, nuestra Bandera o alterar la letra de la Oración a la Bandera Salvadoreña, también son irrespetos. Insultar o abofetear a un periodista también es una evidente falta de respeto.

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Abogado constitucionalista, Enrique Anaya. Foto EDH / Archivo

Por Carlos Alberto Saz

2021-08-11 8:45:57

Y también degrada, degenera. Faltarle el respeto a alguien significa ofenderlo, denigrarlo, humillarlo. Aun los seres irracionales merecen respeto.
El más reciente caso de irrespeto es el de Kevin McCarthy, jefe de la bancada republicana en la Cámara de representantes de Estados Unidos, quien hizo una broma de mal gusto al decir que podía golpear con un mazo a la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi.
El desaguisado fue durante una cena de recaudación de fondos el sábado 31 de julio del presente año (2021) en Tennessee.
Tan indignante fue el descalabro que el bromista recibió varios llamados a disculparse o renunciar de su cargo.
Y otro caso, que fue noticia mundial, sucedió hace treinta años, cuando la política israelí de origen ruso Golda Meir (1898-1978), que emigró a los EE.UU. y ocupó importantes cargos de Gobierno en ese país, cuando visitó El Salvador, una noche en una fiesta de bienvenida en la Cancillería, un conocido abogado le faltó el respeto a tan respetable dama.
Los delincuentes irrespetan las leyes y por eso son juzgados. Modificar nuestro Escudo Nacional, nuestra Bandera o alterar la letra de la Oración a la Bandera Salvadoreña, también son irrespetos.
Insultar o abofetear a un periodista también es una evidente falta de respeto.
Y es que “En todas partes se cuecen habas”, como reza el dicho popular, que da a entender que en todas partes se cometen errores o irrespetos.
Para el caso, algunos autores de letras de canciones cometen errores al componer la letra de sus melodías, irrespetando el sentido propio de lo que quieren decir. Un ejemplo de ello se advierte en la canción “La barca”, cuando su autor escribió así: “Cuando la luz del Sol se esté apagando y te sientas cansada de vagar...”, por lo propio: “... y te sientas cansada de bogar...”. Bogar es remar en una lancha, un cayuco, etc., por las aguas de un río, un lago, el mar, etc. Y así la cantan los intérpretes, incluso el famoso trío “Los tres Caballeros”.
Los irrespetos o equivocaciones son comunes en la historia de la humanidad. Citemos el caso de la falta de respeto al obispo de Praga, por un cierto príncipe que tenía fama de chismoso e irrespetuoso:
“Cuando el futuro papa León XIII -que ocupó la Silla de San Pedro en l878- aún era cardenal y obispo de Praga, fue invitado a una fiesta en Roma, donde se encontró con un cierto príncipe que tenía fama de chismoso. En un momento dado el aristócrata le mostró al religioso una pitillera de plata y le indicó que la abriera”.
“El obispo ni siquiera se inmutó, cuando al hacerlo, descubrió en su interior el detallado dibujo de una dama completamente desnuda”.
“-¿Puedo saber qué opinión os merece la dama? -preguntó el caballero”.
“-Permítame que me abstenga por el momento, pues aún no sé si se trata de vuestra madre o de vuestra esposa -contestó el obispo” (Antología del ingenio, de Luis T. Melgar. Editorial LIBSA, Madrid España, 2002 ).
(Pitillera es una petaca o estuche de cuero, metal u otro material adecuado para llevar cigarrillos o pitillos, o tabaco picado).

Maestro, psicólogo, gramático.