La salud del dictador norcoreano Kim Jong-Un ha sido objeto de especulaciones desde inicios de este año cuando apareció en público con una súbita disminución de peso. Ahora las críticas vuelven a reavivarse luego de que fuera visto con una curiosa mancha verde en su cabeza mientras participaba en un evento del Ejército Popular de Corea a finales de julio.
Las imágenes de medios locales dejaban ver desde distintos ángulos la marca ubicada atrás de la cabeza, un poco más abajo de la coronilla.
Según publicaciones de varios medios internacionales no es la primera vez que Kim aparece en público con esta marca. En julio pasado se observó la misma mancha cuando el líder político de 37 años participó en un desfile militar y otras actividades.
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Algunos señalan que se trata de una herida que días atrás protegía con un vendaje, pero que en los recientemente luce descubierta y con un tono verdoso oscuro.
Muchos aseguran que la salud del líder es uno de los secretos mejor guardados en Corea del Norte, y es que según la agencia de noticias Yonhap, este martes el Servicio de Inteligencia de Corea del Norte dijo que no existen señales inusuales respecto a la salud de mandatario.
La salud de Kim es importante en Seúl, Washington, Tokio y otras capitales del mundo porque no ha ungido públicamente a un sucesor que controle un programa nuclear en avance dirigido a Estados Unidos y sus aliados, si está incapacitado, dijo la agencia AP en publicaciones anteriores.
Las especulaciones sobre el deterioro de su salud empezaron a surgir cuando se publicaron imágenes en medios estatales de Corea en las que Kim parecía haber perdido bastante peso.
Algunos observadores dicen que Kim, que mide aproximadamente 170 centímetros de alto y pesaba previamente 140 kilogramos (308 libras), puede haber perdido entre 10 y 20 kilogramos (22 a 44 libras) de manera repentina.