Para encubrir el robo de las pensiones se maquinan “shows” legislativos

Los diputados oficialistas no tienen empacho en mostrar como válidos y actuales documentos de casos ya absueltos o archivados por la Corte Suprema, con tal de enlodar a exfuncionarios y desviar la atención de la gente sobre el robo de pensiones, el Bitcoin, el alza de precios de alimentos y combustible y el 1M

descripción de la imagen
Antonio y dos compañeros tienen síntomas gripales, intentaron consultar en varios centros de salud pero no fueron atendidos. Foto EDH/ Fabricio Jirón

Por El Diario de Hoy

2021-08-02 9:12:44

Su intención de robar los fondos de pensiones es lo que quiere tapar el régimen con el circo de la Asamblea de los sobresueldos, una práctica que, como han señalado muchos y entre ellos el doctor Rubén Zamora, es parte del esquema de gobernabilidad en el Ejecutivo. Diferente es el tema de las “ayudas institucionales”, como las denominó Saca,a otros órganos.
Pero remover hechos de hace más de 15 años, que ya fueron juzgados y absueltos o están archivados o fenecidos por el “silencio administrativo” por la misma Corte Suprema de Justicia, también busca distraer a la gente a un mes de revelada la lista Engel, que expone a señalados de corrupción en el régimen de Bukele y su círculo más íntimo. Lo cierto es que esa marca ya no se la quitan, como tampoco el permanente temor de que en cualquier momento incluyan a muchos más en la nómina.
Además del descontento por el alza de precios de alimentos, verduras, combustibles y hasta las pupusas, el régimen necesita desviar la atención de hechos inquitables como la exigencia de Estados Unidos de que se extraditen cabecillas mareros culpables de asesinatos y agresiones perpetrados allá, un trámite que va tan lento que la Embajada de EE.UU. ya ha expresado que le “preocupa”.
Mientras tanto, cada semana se pretende montar el burdo circo de mentiras, gracejadas, que en un momento llevó a la diputada Rosa María Romero a increpar a su colega oficialista William Soriano “no seas malcriado. ¿No te enseñaron hábitos y valores en tu casa?” por la prepotencia y la impunidad que muestra la bancada cian.
La jornada del jueves, cuando comparecieron el abogado y académico Carlos Quintanilla Schmidt y la licenciada Ana Vilma de Escobar, ambos exvicepresidentes de la República, fue un burdo show pero uno en el que los que iban por lana salieron trasquilados, haciendo el gran ridículo, mostrando su bajeza.
Los autonombrados inquisidores quisieron exhibir a la Lic. de Escobar como una persona que faltaba a la verdad al usar ellos, de manera perversa, antiguos documentos con supuestos reparos que ella desvaneció en su momento y por lo cual la absolvió la Corte Suprema de Justicia; o buscaron que se autoincriminara leyendo en voz alta, ante cámaras, un papel apócrifo sin firmas ni sellos. Otro tanto ocurrió con el abogado Quintanilla Schmidt, cuando querían que asumiera documentos de los cuales no había sido notificado ni había tenido la oportunidad de defenderse. “Ustedes no son un tribunal”, les recordó.
Y es que, movidos por sus complejos sociales, los inquisidores tratan a los convocados como si fuera gente de su mismo nivel, sin estudios. Se dirigen a doctores, licenciados, expresidentes, magistrados sin reconocerles títulos, parte de su plan para insultarlos, para menospreciar al que en ese momento acosan.
Con impunidad, pisotean principios esenciales de la vida civilizada
Los “inquisidores”, que no muestran ecuanimidad profesional sino matonería de barrio, compiten entre sí para ver quién se supera en tonterías, falta elemental de modales, desplantes.
No se le pueden pedir peras al olmo; ahora ser diputado oficialista es casi prueba de poca instrucción, prepotencia, arribismo, todo ello, como ya señalamos, para desviar la atención sobre la lista Engel.
En un artículo que publicamos el viernes, el ingeniero geólogo José Antonio Rodríguez Rivas, hijo de esa tan especial persona que fue el Dr. Antonio Rodríguez Porth, rechaza la venganza como un vil proceder contra normas esenciales de convivencia humana. Sin embargo, lo que está sucediendo actualmente no es tanto una venganza, cuanto un pisoteo contra la moral, el orden jurídico, una burla a elementales principios de la civilización, de lo que salva a los hombres de comportarse como bestias, las que a diario acosan y machacan a nuestro El Salvador.
En su comparecencia, el abogado Quintanilla les dio a los diputados oficialistas una cátedra de derecho, pese a las interrupciones, los sarcasmos, la changoneta que ellos siempre montan, de la misma manera como la licenciada Ana Vilma de Escobar les corrigió errores e inclusive les dio consejos: guarden recibos, constancias, referencias que les pueden ser útiles cuando en un futuro puedan ser ellos los cuestionados, los que van a estar en el banquillo...