El Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid), una especie de caja chica que el gobierno ha usado para gastos durante la pandemia, pasó de un monto original de $4 millones a $259.3 millones entre enero y junio de este año, indica un análisis del Departamento de Estudios Económicos de Fusades (Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social).
De acuerdo a la revisión que han hecho los economistas de Fusades, en los primeros seis meses de este año el gobierno ha hecho varias modificaciones al Presupuesto General de la Nación, aprobado para el presente año, para incorporarle dinero a Fopromid. Esa partida presupuestaria ha sido blindada para no rendir cuentas del uso de los fondos públicos que le ingresan ni en qué se gastan.
Sin embargo, por tratarse de dinero proveniente de los impuestos que pagan los salvadoreños los gastos deben ser auditados, tal como lo manda la ley. Además, las compras públicas que se hacen con esos fondos deben seguir el proceso de la Lacap (Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública).
Te puede interesar: Gobierno gastó $891,308 de fondos de Pandemia para pintar fachadas de hospitales
El análisis toma en cuenta las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda, cuyos datos indican que “esta sería la modificación más grande hasta la fecha”.
En segundo lugar están otros $30 millones que le incorporaron del préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destinados para “Respuesta Inmediata de Salud Pública para Contener, Controlar el Coronavirus y Mitigar su Efecto en la prestación del Servicio en El Salvador 2021”.
Los economistas de Fusades destacan que el año pasado el Fopromid llegó a tener $661.3 millones para atender la emergencia de la pandemia del COVID-19, de los cuales se ejecutaron $130.9 millones una vez levantada la declaración de emergencia el 20 de mayo de 2020.
“El fondo se ha caracterizado por la falta de transparencia y rendición de cuentas, abriendo la posibilidad a los abusos y corrupción”, señala Fusades.
Destaca que este año “es aún más grave la falta de transparencia” luego de la aprobación de la “Ley para el Uso de Productos y Tratamientos Médicos en Situaciones Excepcionales de Salud Pública Ocasionadas por la Pandemia del COVID-19”, mejor conocida como “Ley Alabí”, la cual blinda a los funcionarios del gobierno actual ante señalamientos de corrupción y puso candado a información sobre compras durante la pandemia.
Pero además Fusades apunta que anula muchos de los procedimientos establecidos en la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública y hace prácticamente imposible darle seguimiento a los gastos de Fopromid.
En los dos gobiernos anteriores, el dinero destinado en el presupuesto anual a Fopromid osciló entre $67,000 (la cifra más baja que le asignaron en 2013) y $10.58 millones (el monto más alto que le destinaron en el último año de gobierno de Salvador Sánchez Cerén).
Pero con la llegada del nuevo gobierno de Nayib Bukele esa partida creció en más de 500 veces, pues de acuerdo a los datos de las Memorias de Labores del Ministerio de Gobernación, entre 2019 y 2020 le asignaron $563.47 millones.
Según los datos de gasto mensual que ha tenido ese fondo en los primeros seis meses de este año, abril es el que registra el monto más alto con $69.5 millones; mientras que enero refleja un gasto de $25.3 millones.
Recortes a pagos de créditos
Asimismo, el análisis económico indica que para financiar el Fopromid se redujo la partida de “Servicio de la Deuda Externa” en casi $260 millones, es decir los pagos que se hacen por los préstamos con organismos internacionales. “¿Cómo se va pagar la deuda externa?”, se pregunta Fusades ante este movimiento de fondos.
El análisis destaca que a pesar de no contar con el financiamiento, el incremento de la partida de Fopromid se ha financiado reduciendo las partidas de servicio de deuda externa en $259.3 millones desde agosto hasta diciembre de 2021, dejando a cero los últimos cuatro meses del año.
“En aras a la transparencia y la lucha contra la corrupción y al manejo responsable de las finanzas públicas es importante que se publique el detalle de todos los gastos y procesos de compra relacionados con Fopromid y que se explique a los ciudadanos y acreedores internacionales cómo se financiará este gasto y el servicio de la deuda externa que se ha dejado sin fondos, y qué más se ejecutará en lo que resta del año”, señala el documento del Departamento de Estudios Económicos.