Ambientalistas incubarán 86,000 huevos de tortugas marinas en seis meses en la Barra de Santiago

Entidades trabajan desde el 2008 en la conservación de estas especies. Las personas que se dedican a recoger huevos reciben $2.50 por cada docena de la especie golfina que entregan al proyecto. De otras especies reciben $5 por cada catorcena. Según datos científicos, de cada mil de estas tortugas liberadas, solo una llega a edad adulta.

descripción de la imagen
El programa de FIAES para apoyar la vida de las tortugas marinas también tiene un componente de turismo y desarrollo sostenible para las comunidades de la zona. Foto EDH / archivo

Por Cristian Díaz

2021-07-25 7:43:18

Ambientalistas proyectan entre julio y diciembre incubar más de 86,000 huevos en la playa Barra de Santiago, Jujutla, Ahuachapán, como parte del proyecto de conservación de tortugas marinas que impulsa el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y la Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS), ubicada en Jujutla, Ahuachapán.

Un total de 85,000 huevos prevén que sean de tortugas golfinas; mientras que el resto pueden ser de las especies carey, prieta o baule, que están en peligro de extinción.

El segundo semestre del año es cuando las tortugas marinas llegan en mayor cantidad a anidar a las playas de Barra de Santiago y a El Tamarindo, en San Francisco Menéndez, por lo que ambas entidades impulsan que habitantes de la zonas recolecten los huevos y los entreguen al proyecto, y se les brinda un aporte económico.

Esto genera que los huevos no sean comercializados para el consumo humano. El proyecto para esta temporada tiene un financiamiento de $50,000, lo que permite dar un incentivo económico a los 200 tortugueros, de ambas comunidades costeras, que se dedican a la recolección de los huevos.

Ellos salen principalmente de noche y durante las madrugadas para esperar los arribos de las tortugas marinas, con la finalidad de que dichas especies aniden sin ser perturbadas por el humano. Posteriormente, llevan los huevos a los viveros para esperar la eclosión.

“Casi siempre tenemos una tasa de éxito de eclosión de neonatos de un 90%. Estamos hablando que de 86,000 huevos, alrededor de unos 78,000 van a eclosionar; estos son liberados al mar”, explicó el biólogo Eder Caseros, técnico del proyecto AMBAS-FIAES.

Explicó que las tortugas salen a anidar durante todo el año; pero aclaró que, por ejemplo, de enero a junio, las arribadas son entre una y dos por semana.

En julio pueden haber hasta 15 arribadas; en agosto, de acuerdo a experiencias, han llegado a tener hasta 35 en una noche; y en septiembre comienzan a descender hasta diciembre.
Una de cada mil.

Datos científicos, dijo el biólogo, consignan que de cada mil tortugas una llega a la adultez. Esto ocurre debido a los múltiples riesgos que la tortuga marina enfrenta durante el desarrollo de su vida, porque desde que los huevos son depositados en los nidos inician las adversidades.

Cuando sale del huevo puede ser alimento de algún pájaro; lo mismo puede ocurrir al ingresar al mar, donde son vulnerables ante los peces.

“Todas las especies de tortuga marina están catalogadas como amenazada o en peligro de extinción por parte de la lista del Ministerio de Medio Ambiente. Hay un dilema en el caso de la tortuga golfina porque sus poblaciones son mayores en comparación a las otras y se están apostando a proyectos como estos. Sin embargo, estos proyectos son los que han permitido que la población de estas especies esté bastante estable. Tratamos de mantener el equilibrio ecológico en estas poblaciones y estamos haciendo esfuerzos extras en los casos de la tortuga baule, prieta (y carey)”, expresó Caseros.

Uno de los éxitos que ha tenido el proyecto es que el año pasado marcaron 200 tortugas. El 14 de diciembre de 2020 lo hicieron con una de la especie prieta que salió a anidar en febrero de este año en la playa Barra de la Cruz, Oaxaca, México, de acuerdo a los reportes que recibieron de expertos en dicho país.

Eso permite observar los patrones de tránsito que las tortugas tienen, lo cual ayuda a que los biólogos recomienden medidas de conservación para las diferentes especies.

Este año el proyecto prevé marcar otras cien tortugas que llegarán a anidar a las costas ahuachapanecas.

Con ello pretenden observar cuántas de ellas regresan a la misma playa y hacia dónde se dirigen posteriormente.

La marcación consiste en colocar dos placas en las aletas delanteras de las tortugas; las mismas llevan un código, correo electrónico, y número de teléfono, entre otros elementos, para que cuando aniden en otros país, las personas encargadas de proyectos similares lo comuniquen a sus homólogos salvadoreños.

La coordinadora Territorial de El Imposible-Barra de Santiago, Silvia Flores, explicó que el proyecto además de proteger los huevos de las tortugas marinas, tiene otros alcances, como por ejemplo, la implementación de un plan educativo y de sensibilización de las personas involucradas en la conservación de dichas especies.

“También promover e integrar esfuerzos locales que contribuyan a la conservación; todos aquellos actores que se vinculen a la protección de estas especies. Por ejemplo, ahí hay algunas iniciativas de ecoturismo y otros mecanismos porque tenemos la intención de que estas iniciativas abonen a la sostenibilidad de la conservación de estas especies. FIAES está buscando eso; por eso se gestionan recursos. Estos recursos financieros, en buena parte, los ponemos de nuestros fondos, con nuestros cooperantes; pero también hay un buen aporte de contrapartida de las entidades locales”, explicó.