En una semana, las muertes por covid-19 incrementaron de 6 a 8 muertes diarias a causa del virus. En la madrugada del miércoles, a través de Twitter, el Ministerio de Salud (Minsal) reportó 11 decesos, de los cuales seis son hombres y cinco mujeres, cuyas edades oscilan entre los 30 y los 80 años.
Las muertes a causa de COVID-19 se asemejan a las ocurridas en el período más álgido de la pandemia en 2020, los cuales fueron de junio a septiembre cuando se pasó de registrar desde 11 a 15 decesos a diario. El registro histórico revela que a inicios de agosto de 2020 el número de decesos rondaba entre 7 y 15 al día.
A cinco meses de haber iniciado la vacunación anticovid, las detecciones de nuevos casos y muertes van al alza, lo cual es interpretado por el médico salubrista, Ricardo Lara, como una falta de promoción, educación y prevención de medidas contra el virus en el país.
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Francisco Alabí, ministro de Salud, informó ayer que si una persona ha extraviado el documento que certifica que ya recibió una o las dos dosis del biológico, puede llamar al número 132 del sistema de emergencias y pedir la reposición.
El funcionario insistió en que la población debe ser muy cuidadosa con este documento, para no perderlo y saturar el trabajo administrativo del personal de salud, que está enfocado en la lucha constante por controlar la pandemia.
Lara califica el comportamiento de casos como preocupante, tomando en cuenta que El Salvador es el país que más vacunas anticovid tiene disponible y que se desconoce cuánta población de un total de 2,148, 400 personas adultas mayores de 50 años y con enfermedades crónicas están protegidas contra el virus. Tampoco hay información pública de cuál es el porcentaje de población vacunada por grupos etarios y qué grupos no están vacunado; factores que Salud debería investigar.
“Un aumento de muertes es significativo y toda muerte (por covid) es un fracaso a las acciones que se están tomando. A más de un año de estar el virus, esto (muertes) no debería estar ocurriendo, no lo deberíamos de estar viendo”, sostiene Lara.
El salubrista advierte que a las muertes oficiales a causa de covid-19 se le debe sumar un 20 % de subregistro. También, señaló que en el país existe un abandono en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión entre otras, que incrementan el riesgo de morir a causa del virus.
“No tenemos un censo diagnóstico de cuál es la salud de la población salvadoreña, andan miles de hipertensos que no saben que son hipertensos, andan miles de diabéticos que desconocen su padecimiento. Y ellos son los factores de riesgo que se están muriendo, jóvenes que pueden tener una enfermedad que ni ellos la saben. Sería interesante que las autoridades estén haciendo investigaciones de cada uno de los casos para saber lo que está ocurriendo”, expusó Lara.
El Ministro de Salud, Francisco Alabí, en conferencia de prensa hizo un llamado a la población para completar el esquema de vacunación e indicó que el sistema de salud es robusto para poder solventar las necesidades del día a día y de la pandemia causada por nuevo coronavirus.
“Desgraciadamente continúa la cantidad de casos positivos en el territorio. Más de 82, 000 casos positivos confirmados a lo largo de la pandemia. Hasta la fecha llevamos 2,519 vidas salvadoreñas perdidas . Solo el día de ayer (miércoles) se reportan 11 letalidades y es importante observar cómo estas letalidades pertenecen a grupos etarios de 40, 50 y más de 60 años que deberían tener su vacuna y al momento no cuenta con una vacuna porque no se han acercado, no han agendado cita, porque no se han protegido a través de esta estrategia tan importante”, declaró Alabí.
El ministro atribuyó el alza en los contagios y muertes a la relajación de medidas de prevención, las variantes del virus que circulan y a personas que no se han vacunado contra el covid-19.
“La vigilancia genómica es importante para saber qué variantes hay y dónde se están moviendo esas variantes, lo cual también implica vigilancia epidemiológica. Son dos vigilancias que se están poniendo a un lado, frente a la importancia de la vacunación. La vacunación es importante, sin dudas, pero no hay que desplazar ni la vigilancia genómica ni la epidemiológica, porque eso es lo que permite tomar controles y cercar más la enfermedad”
Alabí detalló que la afluencia a los centros de vacunación es de jóvenes y sostiene que hay población vulnerable que no está acercándose a aplicarse el biológico y por lo cual manifestó que de las 11 muertes ocurridas ayer, “el 100 % se hubiera podido evitar si tuviera su esquema de vacunación completo”, subrayó.
Profesionales de salud que laboran en los hospitales Bloom y Rosales informaron a este medio, bajo solicitud de anonimato para evitar represalias, que en esos centros de salud ya no se están atendiendo pacientes con el virus porque ya están saturados, mientras que otros hospitales están reabriendo los griparios para atender a la población.
“Evidentemente ha habido un incremento, pasamos de tener entre 300 a 400 pacientes, ahora entre 450 y 500 pacientes”, señaló Alabí.
Tanto el doctor Lara y el médico infectólogo Jorge Panameño sostienen que se tiene que dinamizar la estrategia de vacunación e implementar medidas de prevención y de epidemiología para la contención del virus. Por ejemplo aumentar el número de pruebas de covid y analizar las variantes que circulan.
“Un infectado (con la variante Delta) en la primera generación de diseminación va infectar a ocho personas, también evade la respuesta inmunológica ya sea por infección natural o por vacunación. Además pueden bajar la eficacia de las vacunas desde un 30 % a más sobre todo la cepa Delta”, dijo Panameño.
Óscar Picardo Joao, académico e investigador que ha dado seguimiento a las cifras de la pandemia por COVID-19, señaló que “la gente vacunada descuida las medidas de bioseguridad. La vacuna no detiene el mecanismo del contagio, la vacuna lo único que facilita es que menos gente llegue la UCI y que menos gente fallezca, o sea, atenúa la enfermedad”, y agregó que “mucha gente al tener ya su esquema de vacunación, relaja las medidas de bioseguridad, y eso genera un descuido social y el incremento del contagio”.
El descuido no es solamente por parte de las personas, sino que ”se ha descuidado, a nivel de comercios, organizaciones y empresas, se ha perdido la rigurosidad en los controles de bioseguridad”.