Harold Frederick Shipman fue un médico británico que murió a los 58 años el 13 de enero en una celda de la prisión de Wakefield, donde fue encontrado colgado de las sábanas que amarró a los barrotes de la ventana.
Cumplía una condena de 1000 años por los asesinatos de 15 de sus pacientes, asesinatos que fueron comprobados en la primera instancia de su juicio, luego las sumas llegaron a 200 y después de su muerte se comprobó que asesinó a 218 pacientes y se cree que podría haber sido autor de más de 1,500 homicidios.
Shipman o "Doctor muerte" es conocido como el peor asesino en serie de la historia moderna.
El Doctor Muerte nació en la ciudad inglesa de Nottingham, su padre, de quién heredó el nombre, era conductor de camiones y viajaba mucho. Él pasaba más tiempo con su madre, pero cuando él tenía 17 años ella murió de cáncer. Se cree que esto lo llevó a convertirse en médico y quizás también en asesino porque durante los últimos meses de vida de su madre, veía como el médico le aplicaba dosis de morfina a diario, le calmaba el dolor, pero no detenía el avance de la enfermedad.
Durante las investigaciones se descubrió que precisamente el modus operandi consistía en matar a sus pacientes con altas dosis de morfina.
Shipman estudió en la Universidad de Medicina de Leeds, donde conoció a su esposa, Primrose Oxtoby, con quien finalmente tuvo cuatro hijos.
En 1974 abrió su consultorio y tuvo el primer incidente con la justicia porque fue detenido por falsificar recetas falsas de morfina con nombres de pacientes. Las usaba para consumo propio, se inyectaba entre 600 y 700 miligramos por día en su lucha contra la depresión. Por el hecho fue multado e internado en una clínica para su rehabilitación.
Sin embargo, la rehabilitación no tuvo resultados porque un año después comenzó con su carrera criminal. Eva Lyons se convirtió en la primera víctima de la larga lista que finalizó en 1998.
El Doctor muerte elegía a personas mayores, generalmente mujeres arriba de los 75 años, iba a su casa, aplicaba una fuerte dosis de morfina y ellas morían.
A veces, se iba de la casa del paciente y regresaba cuando la familia le avisaba que morían para hacer el certificado de defunción y argumentar las causas naturales de muerte, como paro cardíaco.
La mayoría de familias optaba por cremar el cuerpo y para ello se necesitaba la opinión de un segundo profesional para confirmar que la muerte fuera natural, cuando llegaban y veían la firma de Shipman en el certificado ratificaban la muerte sin volver a examinar el cadáver. El Doctor muerte contaba con bastante credibilidad de prestigio.
Pescar en un barril
Otros crímenes atribuidos a Shipman fueron los de Joseph Bardsley (1972) y el de Sarah Marsland (86 años en 1978), este último caso tuvo la particularidad que Shipman también mató a la hija de ésta en 1998 (Irene Chapman). Para finales de la década del 70, el doctor había matado a cinco personas.
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En la década de 1990 se potenció la cantidad de muertes de ancianos porque el Doctor muerte abrió su propio consultorio en Market Street, en la ciudad de Hyde. Ahí llegó a tener 3 mil pacientes, para él fue como "pescar dentro de un barril".
El informe policial indicó que desde 1972 hasta 1997 Shipman mató a 37 pacientes, pero certificó la muerte de más de 500 pacientes, esto significa que la cantidad de víctimas era superior.
Las sospechas sobre Shipman comenzaron en 1998, y las encabezó la doctora Linda Reynolds, quien trabajaba en la clínica Brooke Surgery (frente a la de Shipman) y notó la cantidad de pacientes muertos que tenía su colega. Acudió al forense responsable de la zona sur de Manchester, John Pollard, y le comentó la cantidad de incineraciones que existían en los cuerpos de los pacientes de Shipman, pero las pruebas eran demasiado escasas y no lograron hacer eco.
Pasaron los meses y tres personas más murieron a manos del "Doctor Muerte", sin embargo, el 24 de junio de 1998 se produjo el comienzo de la caída del profesional de la salud. La muerte de Kathleen Grundy (81 años y ex alcaldesa de Hyde) murió en su casa tras la visita de Shipman, tras el hecho, la hija de la víctima Angela Woodruff (única heredera legítima) acudió a un abogado para revisar el testamento de su madre, pero encontró en última voluntad que la anciana la había desheredado, y en su lugar todo su dinero, unas 386 mil libras las recibiría su doctor, Harold Shipman.
La mujer denunció la maniobra del asesino y el comisario Bernard Postles abrió la investigación del caso, en la cual se exhumó el cuerpo de la anciana y se analizó las causales de la muerte, se encontraron rastros de morfina. Tras esto, otros cuerpos se desenterraron y practicaron autopsias que revelaron los mismos datos, con lo cual, la policía británica libró al orden para detener a Shipman en septiembre de 1998.
En octubre de 1999 comenzó el juicio en su contra presidido por el juez Forbes, en el cual sería procesado por las muertes de Irene Turner, Lizzie Adams, Joan Melia, Winifred Mellor, Muriel Grimshaw, Ivy lomas, Marie West, Kathleen Grundy, Jermaine Ankrah, Pamela Hillier y Jean Lilley, entre otras.
Shipman fue condenado tres meses más tarde, a 15 cadenas perpetuas consecutivas por el crimen de las 15 pacientes con inyecciones de morfina, aunque esa sólo fue la "punta del iceberg" porque la magistrada del Tribunal Supremo, Janet Smith, condujo una investigación a fondo valiéndose de los expedientes de casi 900 pacientes de Shipman, y en julio de 2002, se confirmó que el "Doctor Muerte" había matado a 215 pacientes desde 1975.
La muerte de Shipman causó conmoción en la sociedad británica por sus hechos y por su propia muerte, aún lo fue más lo que pasó tiempo más adelante, cuando la viuda del "Doctor Muerte" recibió una compensación económica de 100 mil libras y una pensión vitalicia de otras 10 mil, con lo cual la indignación se agregó al dolor e impotencia de los familiares de las víctimas, que al día de hoy no entienden porque sus seres queridos murieron a manos del "Doctor Muerte".