Recientemente, se ha hablado mucho de la inminente publicación de la lista Engel. Esta contendrá una serie de nombres de personajes vinculados a la corrupción, abusos a los derechos humanos y golpes a la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Congresistas y representantes del gobierno de los Estados Unidos han adelantado que quienes aparezcan en esta lista serán sancionados con pérdida de visa y posiblemente con otro tipo de medidas financieras.
VER: Estados Unidos a punto de revelar listado de funcionarios corruptos de El Salvador
Pero, ¿por qué Estados Unidos persigue la corrupción de El Salvador con tanta insistencia?
Desde antes de llegar a la presidencia de EE. UU., Joe Biden adelantó que su prioridad para Centroamérica, y en particular para los tres países del triángulo norte, era abordar las causas que motivan la migración irregular. A diferencia del gobierno de su antecesor, Donald Trump, Biden ofreció no solo un enfoque punitivo, sino luchar contra la falta de oportunidades, la inseguridad, la débil institucionalidad y la corrupción.
El diagnóstico realizado por Estados Unidos muestra que en esta región los fondos públicos destinados a los más vulnerables tienden a perderse y llegan a enriquecer cuentas particulares.
Esto impide que haya una serie de programas sociales y políticas destinadas a proteger a quienes tienen necesidades más imperantes. Ante la desesperanza de vivir en un lugar sin garantías incluso de supervivencia, la opción de emigrar es, para muchas personas, natural. Todo esto a pesar de los riesgos que conlleva el viaje.
Otros signos
La Lista Engel no es el único mecanismo que Washington está usando para perseguir la corrupción en El Salvador.
En abril del presente año, el representante de Joe Biden para la región, Ricardo Zúñiga, anunció un refuerzo que EE. UU. daba a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) por $2 millones, para garantizar su operatividad y autonomía financiera. Este fue un claro mensaje de respaldo a una institución que logró identificar al menos 12 casos de posible corrupción en las compras durante la pandemia.
Sin embargo, el gobierno de El Salvador ha abandonado el proyecto CICIES, mismo que en algún momento fue la promesa más importante de Nayib Bukele en campaña.
Además del apoyo a esta comisión, importantes legisladores y la misma Casa Blanca han anunciado que los fondos de cooperación que Washington ha destinado para la región empezarán a canalizarse a instituciones de sociedad civil que luchan contra la corrupción, en lugar de ir destinados a gobiernos plagados de este fenómeno.
Y en El Salvador, esta promesa ya rindió sus primeros frutos. En mayo, la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos (USAID) anunció el retiro de cooperación a la Fiscalía General de la República, la Policía Nacional Civil, la Corte Suprema de Justicia y el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).
VIDEO: ¿Qué es la lista Engel y por qué impactará a El Salvador?
Las primeras tres instituciones sufren cortes como respuesta al golpe al Judicial que dio la bancada oficialista en su primera sesión plenaria, cuando destituyó a la Sala de lo Constitucional y al fiscal general que se encontraba investigando al gobierno y les sustituyeron por abogados afines al proyecto político de Bukele. El IAIP perdió el apoyo por su progresiva pérdida de autonomía de la Presidencia, que incluso colocó como comisionada a una ex precandidata de Nuevas Ideas.
Donde la política doméstica y la exterior se encuentran
Estados Unidos ha colocado el fenómeno de migración irregular como uno de sus principales problemas tanto en lo exterior como en materia doméstica e incluso de seguridad nacional.
Por ello, es natural que sea una prioridad principal intentar reducir este fenómeno, abordándolo directamente con los países de donde sale el grueso de los inmigrantes irregulares que terminan abarrotando la frontera sur.
Y es claro que huyen por las duras condiciones en sus países. Mismas que se agravan cuando el dinero para todos, para los más pobres, termina en pocos bolsillos.
La Lista Engel será una herramienta más para prevenir este fenómeno.