Los organismos internacionales consideran la adopción del Bitcoin en El Salvador, en tanto instrumento de curso legal, una muestra de falta de gobernanza, ya que se ha tomado esta decisión sin debate en la Asamblea y sin una consulta nacional o internacional. Se percibe como un acto espontáneo y autocrático. Bloomberg ha informado que la adopción del bitcoin puede dañar las relaciones del país con el Fondo Monetario Internacional, pues se ha hecho fuera de la planificación económica del ciclo de tres años del organismo. Además, preocupa que dicha ley abra las puertas para que El Salvador se convierta en un paraíso de lavado de dinero y haga más prevalente la evasión de impuestos, aumentado el índice de riesgo ante los bancos internacionales. Preveo que El Salvador va hacia un aislamiento financiero internacional.
Dado que las criptomonedas dependen de un sistema completamente descentralizado, fuera del alcance de las autoridades o de un banco central, y que las transferencias son anónimas, su uso se presta para múltiples actividades ilícitas. Esta es la razón principal por la que su uso ha sido prohibido varios países incluyendo China, el aliado de preferencia del gobierno de Nayib Bukele. Como ha manifestado al Congreso el director del FBI, Christopher A. Wray, se prevé el advenimiento de una crisis financiera causada por el crimen cibernético cuyo impacto será mayor que el causado por los ataques terroristas del 11 de septiembre. De acuerdo con Wray, la criminalidad cibernética es facilitada, precisamente, por las criptomonedas.
¿Quién tiene el control de la red del Bitcoin? Los mineros de bitcoins. Cada uno de ellos mantiene un libro de cuentas (ledger) de todas las transacciones que están concatenadas mediante algoritmos de blockchain, lo cual hace muy difícil, pero no imposible, la manipulación de estos datos. Para que una transacción sea efectiva, todos los nodos de la red de Bitcoin tienen que estar de acuerdo con la transacción, por lo que cada uno de estos nodos utiliza una gran cantidad de potencia informática y energía eléctrica. Sea como sea, las transacciones son anónimas y eso hace difícil su rastreo. Existen cuatro vulnerabilidades previsibles:
1. El 70% de los mineros residen en China, donde el Bitcoin está prohibido. ¿Qué sucedería si el Estado chino ordena a estos mineros reportar valores diferentes? Generaría un caos de dimensiones inimaginables, afectando a todos los mineros y usuarios de esta criptomoneda.
2. El FBI recientemente mostró que es posible penetrar la red de Bitcoin y logró revertir la transacción del rescate que Colonial Pipeline había pagado a unos piratas-hackeadores rusos.Esto evidencia que la red de bitcoins es penetrable y que un Estado o persona, con los fondos y capacidad técnica suficientes, podría tomar control de la red y crear un desorden financiero.
3. A pesar de los mecanismos de seguridad que brinda la tecnología de criptografía, las criptomonedas han sido objeto de casos de fraude notorios, violaciones de la seguridad y fallas operativas. Desde 2011, los piratas informáticos han robado en varios mercados casi 1 millón de bitcoins (que a los precios actuales tendrían un valor de casi 40,000 millones de dólares).
4. La NSA (National Security Agency) mantiene que no existe sistema que no se pueda hackear. Todo depende de los recursos económicos, tiempo y tecnologías disponibles. Es de esperarse que eventualmente surjan bitcoins falsos y que Bandesal, por ejemplo, sea hackeado, tomado como rehén o sus cuentas manipuladas, como lo ha demostrado posible el FBI.
Las criptomonedas son demasiado riesgosas y volátiles como para que puedan cumplir las funciones básicas del dinero como reserva de valor, medio de intercambio y unidad de cuenta. Por su extrema volatilidad, ha habido momentos en que su precio ha fluctuado entre 20 % y 30 % en un solo día. No tienen una institución o país que las respalde. Son la forma preferente de transacción para actividades ilícitas y se presta para la evasión de impuestos. Esta vulnerabilidades ponen también en riesgo la remesas.
La adopción del Bitcoin como instrumento de curso legal en El Salvador ha puesto al país en una situación de alto riesgo que no es bienvenida por la comunidad internacional; por ende, la decisión debería ser cuestionada por la ciudadanía salvadoreña. No me extrañaría que su adopción resulte en un aislamiento del país dentro del sistema financiero internacional y un boicot por la ciudadanía.
Científico salvadoreño,
desde Washington