Parece una versión real de "Pinocho": un pescador de langostas de Estados Unidos asegura haber sido engullido por una ballena jorobada el pasado 11 de junio y haber sobrevivido para contar su aventura.
"Estuve en su boca cerrada entre 30 y 40 segundos antes de que subiera a la superficie y me escupiera", escribió Michael Packard, quien compartió su inusual experiencia en el grupo de Facebook de Provincetown Community Space.
"Una ballena jorobada intentó comerme", añadió. "Estoy muy magullado pero no tengo ningún hueso roto".
La increíble historia de Packard comenzó, según declaró al periódico local Cape Cod Times, cuando buceaba en busca de langostas en la costa del estado de Massachusetts (noreste).
"De repente, sentí un enorme empujón y luego todo se hizo oscuro", afirmó el hombre de 56 años tras ser dado de alta en el hospital.
Estaba a unos 10 metros de profundidad y su primer pensamiento fue que había sido atacado por un tiburón, pero la falta de dientes y heridas evidentes le hicieron reconsiderar.
"Y luego me di cuenta, 'Dios mío, estoy en la boca de una ballena. Estoy en la boca de una ballena y está tratando de tragarme'", indicó el hombre en declaraciones retomadas de CNN.
Prosiguió: "Me dije a mí mismo: 'Está bien, esto es todo. Voy a morir'. Y pensé en mis hijos y mi esposa", pues el buceador consideró que "no había forma de salir de ahí".
No obstante, Packard dijo que empezó a luchar, pero a diferencia de lo que ocurre en el clásico cuento infantil "Pinocho", no hubo necesidad de encender un fuego para asegurar su huida.
"Vi luz, y (la ballena) empezó a agitar la cabeza de lado a lado y lo siguiente que supe es que estaba fuera", en el agua, relató Packard al periódico Cape Cod Times.
Según contó el hombre en la publicación de CNN, el animal lo escupió y él cayó al agua. "Estaba libre y floté allí. No podía creer que salí de eso. Y estoy aquí para contarlo".
El artículo de Cape Cod Times señala que el compañero de pesca de Packard, Josiah Mayo, "vio la explosión de agua cuando el mamífero salió a la superficie y Packard fue expulsado".
Jooke Robbins, directora de estudios sobre ballenas jorobadas en el Centro de Estudios Costeros de Provincetown, Massachusetts, dijo que no tenía motivos para dudar del relato.
"No pensé que fuera un engaño porque conocía a las personas implicadas... Así que tengo todas las razones para creer que lo que dicen es cierto", dijo a la AFP.
Robbins dijo que nunca había oído hablar de un "accidente" de este tipo, pero "puede ser que él (Packard) estuviera simplemente en el lugar equivocado en el momento equivocado".
Cuando las ballenas pescan, "se precipitan hacia delante, abren la boca y engullen el pescado y el agua muy rápidamente", dijo, añadiendo que tienen bocas grandes, pero gargantas tan estrechas que no serían capaces de tragarse a un humano.
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Aunque todavía no se conocen todos los detalles, una cosa estaba clara para Robbins: "Es importante que la gente esté muy atenta... Y cuando vean una ballena, mantengan una buena distancia. Es muy importante dar a las ballenas su espacio".
¿Quién es Michael Packard?
Packard, un nativo de Provincetown, finalizó en 1986 sus estudios en Tecnología Marina y Pesca de la Universidad de Rhode Island. De acuerdo con información de su cuenta de Facebook, es capitán de su propio barco de pesca y trabaja como buceador comercial de langostas.
Una historia similar
Otra historia similar a la relatada por Packard le sucedió al buzo Rainer Schimpf en febrero de 2019, quien sobrevivió para contar la situación inesperada que enfrentó al ser tragado por una ballena y luego expulsado en una playa de Sudáfrica.
En aquel entonces, Schimpf se encontraba con su equipo de buzos documentando la migración de las sardinas aproximadamente a unas 25 millas náuticas de la costa cuando repentinamente fue engullido por una ballena de Bryde.
Compañeros de Schimpf capturaron las impactantes imágenes del momento en que el enorme animal parecía devorar al hombre, según mostraba un video que se viralizó en aquella ocasión.