Imágenes históricas sobre cómo se han adaptado los salvadoreños a un cambio de moneda en El Salvador
A partir del 1 de enero de 2001 entró en vigencia la Ley de Integración Monetaria, la cual dio paso a la circulación legal del dólar de Estados Unidos a nivel nacional.
Una hombre observa, el 18 de diciembre de 2000, en San Salvador, una vitrina de una tienda de monedas, donde se ofrece la compra y venta de billetes de colón de distintos valores, ante la puesta en circulación del dólar como moneda oficial en enero del 2001. Foto/ AFP
Tanto los consumidores como los comerciantes tuvieron que adaptarse a la moneda de forma gradual. Se utilizaban calculadoras para convertir del colón al dólar. Antes de la cambio monetario, las empresas pequeñas y la clase media tenían que tomar prestado en colones mientras que los que tenían garantías en dólares podían prestar en esta moneda con menores costos. La dolarización ayudó a nivelar la competencia entre empresas de diversos tamaños. Foto Archivo EDH/ Jenny Cruz
Un empleado de una estación de servicio de combustible intenta realizar una operación en dólares en un procesador de tarjetas de crédito. Foto/ AFP
Un cliente de un supermercado en San Salvador pasa junto a cajas de cereal con precios en dólares y colones. Foto/ AFP
Durante la transición los establecimientos se vieron obligados a colocar los precios relativos a cada moneda. La iniciativa nació bajo el objetivo de incluir a El Salvador en mercados internacionales en el seno del nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado por México, Guatemala, El Salvador y Honduras. Fue una propuesta del entonces presidente de la República, Francisco Flores y de la banca nacional. En un primer momento se manejó la circulación de ambas monedas, pero la población prefirió el dólar y con el paso de los años desapareció el colón. Foto Archivo EDH
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Una cajera de un restaurante observa un billete de $1, el equivalente a 8.75 de colón. Esta adopción era compatible con el flujo de remesas que salvadoreños enviaban desde los Estados Unidos a principios de siglo. Manuel Enrique Hinds, a quien se le conoce como el padre de la dolarización por haber sido promotor de este cambio, explica que la circulación de la moneda extranjera permitió a El Salvador poseer una baja inflación económica con respecto a otros países América Latina que aún poseen su moneda nacional. Venezuela es uno de ellos que alcanzó hasta un 300% de incremento debido a la devaluación del Bolívar. Foto Archivo EDH/ Jenny Cruz
Otro de los puntos a favor fue el fomento a las exportaciones, ya que al ser un país dolarizado reduce los intereses y el costo del capital. Los comerciantes tenían un calculadora electrónica junto con una libreta con las conversiones de las modenas. Foto Archivo EDH
Los restaurantes agregaron a sus menús las conversiones para que fuera más fácil el servicio a los consumidores. Se puede destacar que con la llegada del dólar las tasas de interés fueron más bajo y préstamos a largo plazo resultaron estables. Foto Archivo EDH/ Jenny Cruz
Además de los beneficios económicos, el cambio permitió que los políticos no abusaran del uso de la moneda a su conveniencia. La dolarización les quitó el poder de inflar la economía a través de la impresión de dinero, con lo que se institucionalizó una tasa baja de inflación y se dio confianza a los inversionistas de que sus utilidades y su capital no serían devaluados. Las conversiones de las monedas fueron punto de confusión. Foto Archivo EDH/ Jenny Cruz
Esta fue la portada con la que El Diario de Hoy anunció la circulación del dólar. Foto Archivo EDH
Con el paso de los años, el colón fue relegado por la moneda extranjera y pasó a ser un souvenir en tiendas de regalo. Una vendedora del mercado Excuartel muestra uno de estos productos Foto Archivo EDH/ Ana González