“A dos años de la puesta en marcha del Plan Control Territorial, hemos cumplido 41 días de no lamentar la muerte de salvadoreños a causa de la violencia”, publicó la Policía Nacional Civil (PNC) en su cuenta de Twitter, el uno de junio pasado.
Sin embargo, fuentes policiales aseguraron que eso no significa que sean 41 días seguidos sin homicidios como lo quieren hacer ver las autoridades de Seguridad, sino que son 41 días en todo el período presidencial, es decir en dos años.
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Lo anterior significa que las autoridades no han reportado asesinatos en diferentes días, sin que se hayan registrado períodos de dos días consecutivos sin homicidios.
Pero así como han habido días en los que las autoridades no reportan asesinatos, también hubo jornadas con repuntes de homicidios.
Las fuentes explicaron que tampoco refleja que en esos 41 días no se hayan registrado hechos de violencia, porque pudo haber ataques armados, asaltos o violencia intrafamiliar en los que las víctimas hayan resultado heridas y quizás días después murieron en algún centro hospitalario.
El secretario general del Movimiento de los Trabajadores de la Policía (MTP), Marvin Reyes le suma otro factor a la que llamó "cifra engañosa" de los días sin homicidios.
"Lo que está pasando es que los cuerpos no están a la vista, o sea que no se están encontrando los cadáveres con signos de violencia o se ha generado algún intercambio de disparos entre delincuentes y policías en esos 41 días que se mencionan por parte de las autoridades", dijo Reyes.
También el dirigente policial le suma el fenómeno de las personas desaparecidas.
"Lo mencionaba como un dato engañoso porque diariamente se reportan entre ocho y diez personas desaparecidas que al final éstos casos pueden traducirse en homicidios, porque no se encontró a la persona ya, no se tiene ningún indicio de donde se pueda encontrar y han aparecido muchos en cementerios clandestinos, en fosas ocultas en zonas rurales o en casas que están siendo utilizadas para ese fin como el caso de Chalchuapa", dijo Reyes.
Agregó que "el hecho de que no se reporten homicidios, no quiere decir que el cometimiento de este delito esté desapareciendo. Lo que está pasando es que las estructuras que se dedican a cometer este tipo de hechos están escondiendo los cuerpos para que las autoridades no los encuentren fácilmente y se tenga que emplear gran cantidad de recursos y horas hombre para poder determinar el paradero de éstas personas".
A juicio del dirigente policial, el gobierno maneja este supuesto logro en seguridad pública de manera mediática con el propósito de enviar "mensajes alentadores hacia organismos internacionales, observadores de derechos humanos, observadores que registran los niveles de criminalidad de los países y cuando la cifra de homicidios se reducen, los países entran en un clima de percepción de estabilidad, salen de la lista de países violentos, pero tampoco hay que dejar de lado el hecho de que están desapareciendo personas".
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Cuestiona el hecho de que al gobierno solo le interese las cifras frías de los homicidios, sin importarles la dignidad de las personas desaparecidas o de los familiares que buscan a sus seres queridos que no los encuentran.
"Esto preocupa porque se le está restando importancia a las desapariciones, es importante que se reduzcan los niveles de homicidios, manda buen mensaje nacional e internacional, pero también no se puede descuidar el hecho de que muchas personas ya no aparecen, ya no se sabe nada de ellos y al final terminan siendo identificados en fosas comunes", dijo.