Desde hace más de 21 años, el Museo Tin Marín ha sido el lugar favorito para miles de niñas y niños salvadoreños. Un espacio que ha despertado la creatividad, exploración, diversión y los sueños de los infantes a través de sus más de 35 muestras permanentes, educativas e interactivas.
En 1999, este recinto nace como una asociación privada sin fines de lucro y con el objetivo de trasmitir conocimientos a través de la ciencia, la tecnología y la cultura a los infantes , mediante un ambiente de lúdico y de recreación.
Según la presidenta del Museo Tin Marín, Beatriz Ungo de Quirós, son alrededor de 2, 750,000 visitas que han registrado en más de dos décadas que llevan funcionando como el único museo dirigido a niños y adolescentes en el país.
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En el 2019, Tin Marín ostentó alrededor de 209,000 visitantes, sin embargo en otros años han recibido más de 215,000 personas en diferentes fechas del año, en las cuales se incluyen excursiones educativas y familiares.
No obstante, 2020 fue un año duro para Tin Marín, ya que al igual que otros museos en el país, tuvo que cerrar sus puertas al público, con una reapertura incierta.
La pandemia por COVID-19 les obligó a cancelar muchas actividades que tenían programadas para desarrollar durante todo el año, perdiendo considerablemente ingresos que servirían para el sostenimiento del museo. Después de siete meses de confinamiento, abrieron las puertas nuevamente al público. No obstante, esta vez con un aforo del 50 % de la capacidad que puede recibir el museo.
Comenzaron con exhibiciones al aire libre para evitar las aglomeraciones de los infantes, con el objetivo de aplicar todas las medidas de bioseguridad establecidas.
“Al ver la necesidad urgente de todas estas familias desesperadas con sus niños encerrados en la casa, que ya no querían ningún tipo de actividad y diversión ni nada que fuera de pantalla, decidimos apoyar como parte de nuestra visión a las familias salvadoreñas con el sano esparcimiento, no solo de diversión, sino también educativo”, expresó Ungo de Quirós.
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Actualmente, el museo solo está abierto viernes, sábado y domingo, en horarios de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. Las familias son guiadas por el personal de la institución como medida de control.
No obstante, el recinto sigue sufriendo las secuelas que la pandemia le ha dejado económicamente.
“Si no fuera por los patrocinadores de exhibición y benefactores que nos han ayudado del fondo de reapertura no podríamos estar abiertos ni siquiera los fines de semana, esa es la realidad”, apuntó la presidenta.
Por eso, hoy más que nunca el museo Tin Marín necesita de la ayuda de cada uno de los salvadoreños para seguir contribuyendo al aprendizaje de los niños y niñas.
Las personas que deseen aportar al museo, pueden hacerlo a través de la página web https://tinmarin.org/donacion/ o puedes contactarte con leticia@tinmarin.org
“No queremos que el Tin Marín le falte a nadie, porque queremos seguir sembrando ese recuerdo feliz de la infancia en todos los niños salvadoreños”, culminó Ungo de Quirós.